La Federación de Acopiadores celebró la baja de retenciones y aseguró que la medida podría generar más producción, inversiones y hasta mayores ingresos para el Estado.
La decisión del Gobierno nacional de avanzar con una nueva baja de retenciones a los principales granos generó una fuerte adhesión en la cadena agroindustrial. Entre las entidades que salieron a respaldar la medida se destacó la Federación de Acopiadores de Granos, que valoró que el anuncio de Luis Caputo se enmarca en un esquema gradual y previsible, alineado con las metas fiscales oficiales. Para la entidad, cuando se alivia la carga impositiva sobre el productor, «la respuesta es inmediata», porque la previsibilidad es uno de los factores que más condiciona la competitividad del agro argentino.
Los acopiadores remarcaron que reducir retenciones no implica perder recursos, sino activar un «círculo virtuoso» donde la mayor producción, el aumento de la inversión y el crecimiento de las exportaciones terminan fortaleciendo las cuentas públicas. Según estimaciones sectoriales, el incremento en la actividad podría traducirse en hasta USD 500 millones adicionales para el Estado, impulsados por mayores volúmenes exportables y el efecto multiplicador de la cadena agroindustrial.
El comunicado también volvió a instalar el reclamo histórico del campo: reglas claras y estables. En un contexto atravesado por la brecha cambiaria, la presión impositiva y la falta de infraestructura logística, el sector considera que equilibrar recaudación y competitividad es clave para recuperar terreno frente a países vecinos como Brasil o Paraguay, que avanzan con políticas más orientadas a estimular la producción y la incorporación de tecnología.
La entidad reafirmó su disposición a trabajar junto al Gobierno en una agenda que apueste al desarrollo del sector, la generación de empleo y el fortalecimiento del agro como motor de la economía argentina. En un país donde las retenciones siguen siendo uno de los instrumentos fiscales más debatidos, el respaldo del sector muestra que medidas previsibles y orientadas al crecimiento pueden ayudar a reconstruir la confianza y abrir un horizonte más competitivo para la agroindustria nacional.

