⚠️ Alerta en los campos: advierten por intoxicaciones en bovinos asociadas a la festuca durante el verano
Especialistas del INTA Balcarce encendieron una señal de advertencia para los productores ganaderos ante el riesgo de intoxicación en bovinos por el consumo de festuca infectada con hongos endófitos, un problema que se agrava durante los meses de altas temperaturas. Recomiendan intensificar el monitoreo de las pasturas, garantizar sombra y agua de buena calidad y realizar análisis de las plantas para detectar a tiempo la presencia del hongo.
Durante el verano, el estrés térmico expone a los animales a mayores riesgos sanitarios. En ese contexto, el consumo de pastizales naturales con alta proporción de festuca puede desencadenar cuadros de intoxicación conocidos como festucosis, una enfermedad provocada por el hongo Epichloë coenophiala, que crece dentro de la planta y no es visible a simple vista.
Este endófito se transmite a través de la semilla y mantiene una relación simbiótica con la festuca (Festuca arundinacea), otorgándole mayor vigor y persistencia. Sin embargo, también produce toxinas que afectan a los bovinos, generando síntomas como pérdida de peso, trastornos reproductivos, lesiones conocidas como “pie de festuca” —más frecuentes en invierno— y, en verano, un agravamiento del estrés térmico que puede derivar en mortandad.
“Como el hongo no se detecta visualmente, es fundamental realizar análisis de laboratorio para confirmar su presencia en las plantas”, explicó Germán Cantón, investigador del Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado del INTA Balcarce. Además, señaló que en los casos más severos los animales buscan desesperadamente sombra o agua para intentar reducir su temperatura corporal.

El especialista remarcó que, cuando la festuca infectada es el único recurso forrajero disponible, es clave extremar las precauciones y prestar especial atención a las condiciones climáticas, ya que el calor puede intensificar los cuadros clínicos. Entre los signos más frecuentes se observan aumento de la frecuencia respiratoria, agitación y salivación excesiva.
Ante este escenario, las recomendaciones incluyen evitar el encierre de los animales, asegurarles acceso permanente a sombra natural o artificial y brindar agua en cantidad y calidad suficientes. También advirtió que los efectos de la intoxicación pueden persistir durante varias semanas aun después de que los bovinos dejan de consumir la festuca tóxica.
Por último, Cantón alertó sobre la presencia de otros hongos que generan síntomas similares. “Luego de la primavera se observa con mayor frecuencia el Claviceps o cornezuelo, que puede aparecer en raigrás, pasto ovillo, cebadilla e incluso festuca. Este hongo se detecta en la espiga, sobresaliendo de la semilla con un color negro característico, y produce las mismas toxinas”, explicó.
La advertencia refuerza la importancia de la prevención y el manejo oportuno del rodeo para evitar pérdidas productivas y sanitarias en un contexto climático cada vez más exigente.

