Las lluvias no cesan y desde el INTA Manfredi compartieron una serie de consejos frente a las complicaciones de cosecha.
Bajo condiciones de alta humedad relativa y temperaturas elevadas, hay lotes de soja que se comienzan a brotar: «Lo fundamental es, en los lotes en donde las condiciones de piso son favorables, realizar una correcta regulación del molinete: El cultivo va a ser muy susceptible a tener pérdidas por plataforma«, fue la recomendación del Ing. Agr. Federico Sánchez, del INTA Manfredi.
Además agregó que la recomendación es nunca superar la mitad del cultivo para no hacer un ingreso muy violento cuando vamos a captar la planta de soja hacia el cabezal.
En tanto, por la sequía hay muchas plantas que se desarrollaron con baja altura, frente a lo cual lo ideal es regular los dientes del cabezal hacia atrás para mejorar la captación pero nunca aumentar la velocidad del molinete: «Este puede ser un punto clave que va a multiplicar las pérdidas«.
Cuando pase el temporal…
La máquina deberá estar preparada para poder transitar sobre un suelo con muy baja capacidad portante (riesgo de empantanamiento), ajustada para poder cortar plantas debilitadas y con chauchas de fácil apertura, regulada para poder alimentar eficientemente su sistema de trilla con material húmedo y calibrada para poder limpiar eficientemente el grano de entre materiales con peso específico similares.
Ver: Cinco consejos para la situación de urgencia en cosecha
En lotes donde hay falta de piso la primer recomendación es reducir la presión de los neumáticos: «En el caso de neumáticos radiales podemos trabajar con 23, 24 y hasta 25 libras, siendo una muy buena opción para mejorar la flotabilidad de la maquina», explicaron desde el INTA Manfredi. Además sugieren no llenar la tolva a máxima capacidad.
¿Qué hacemos con la soja?
La colonización de microorganismos como hongos (notoriamente observable por el oscurecimiento de las plantas), la apertura de la vaina y brotado de los granos en ella, han disminuido notablemente la calidad comercial como consecuencia de la disminución de su calidad nutricional.
Por ello, frente a este escenario surge el siguiente interrogante: ¿qué hacemos con la soja?
Al respecto de la cuantificación de proteínas, este dato se puede conocer de manera rápida mediante una determinación química. Sin embargo, la biodisponibilidad y la digestibilidad de las proteínas alteradas por el proceso de brotado, no pueden ser determinadas de modo sencillo, por lo que no se podría saber si el consumo de estos granos producirían el aporte nutricional esperado.
Si se desea utilizar el grano para alimentación humana o animal, una vez normalizada y estabilizada la humedad del grano, se debe corroborar su aptitud para alimentación mediante un análisis de micotoxinas. En caso de que el uso como alimento no sea posible, se podría evaluar la extracción del aceite para producir biodiesel.