La superficie a implantar sería un 12% superior a la del ciclo pasado en la provincia y se ubicaría en torno a 1.643.600 hectáreas. Hay departamentos que elevarían fuertemente su producción. Los detalles

| La siembra de trigo en la provincia de Córdoba para la campaña 2019/20 se ubicaría en 1.643.600 hectáreas (correspondiente al 25,4% de la superficie triguera argentina), incrementándose en casi un 12% respecto al ciclo anterior. En términos absolutos aumentaría 170.800 hectáreas y marcaría un récord de superficie para la provincia. |
Los datos surgen de la segunda estimación de siembra realizada por el Departamento de Información Agronómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba, a lo que suma una proyección de rendimientos promedio de 29 qq/ha para la provincia.
La Bolsa subrayó que analizando la superficie sembrada a nivel departamental, se puede observar que todos los departamentos aumentarían la superficie respecto al ciclo anterior, con excepción de General Roca que disminuiría en un 3% sus valores.
En superficie, los departamentos más cuantiosos se ubicarían en el Este de la provincia, mientras que los que tendrían mayor aumento porcentual respecto a la campaña anterior serían los del Norte.
Comparando nuevamente la superficie a sembrarse, pero ahora con el promedio histórico de las últimas 13 campañas, los departamentos del Sur, Sur este, depto. San Justo y Río Seco aumentarían su superficie entre el 56% y el 146%. El resto de los departamentos mantendría valores similares o disminuiría su área.
A nivel nacional, el promedio de rendimientos de la última década se ubicó en 30 qq/ha. Asimismo, teniendo esas proyecciones de rendimientos, se esperaría que a nivel productivo se alcance un volumen en torno a las 4.317.800 tn en Córdoba, sujeto a que se den condiciones normales durante el ciclo del cultivo.

El garbanzo, hacia abajo
Según las estimaciones de la BCCBA, la superficie a implantarse se ubicaría en 63.900 ha, un 25% menos que la campaña anterior, pero un 58% más que el promedio histórico (2010/19). Los motivos que determinarían el retroceso de la superficie a sembrarse son la incertidumbre de precios y las malas experiencias de la campaña pasada respecto a los rendimientos obtenidos.
