Las innovaciones incorporadas a las pulverizadoras pero también a la gestión de los datos permiten no sólo hacer las cosas bien, sino también certificarlo. Las AgTechs permiten resolver una demanda ambiental, social y productiva.

Las tecnologías de aplicación selectiva ya están generando enormes ahorros en el uso de herbicidas.
La aplicación de fitosanitarios ha dejado de ser un tema que importe sólo tranqueras adentro. Aún con errores de concepto (lo que lo hace más dañino), el tema llega a las primeras planas y los noticieros y genera dudas y miedos en todos los sectores de la población. Durante el XXVII Congreso Aapresid se relevó cómo las nuevas tecnologías permiten hacer un uso más preciso de las pulverizadoras que favorecen tanto a los productores como a las comunidades.
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Finalmente, Muguerza destacó las tecnologías que hoy permiten registrar todo lo que hace un equipo pulverizador. “No sólo para mostrarlo a la sociedad, también para saber que se hizo un buen trabajo porque un producto que costó 1000 millones de dólares desarrollarlo si lo aplicamos mal no podemos echarle la culpa”, dijo.
Del panel también participó el Asistente Técnico en el Ministerio de Producción de la Provincia de Santa Fe, Andrés Sylvestre Begnis, quien repasó las agtechs que han ido incorporando para desburocratizar la carga de datos pero también para poder conocer mejor cómo se desarrolla la actividad productiva en la provincia.
La base de operaciones es el RUPP, Registro Unico de Producciones Primarias, que agilizó la carga de establecimientos con una plataforma on line que ya tiene 48.000 registrados. “Estamos haciendo varias cosas en base al RUPP, estamos próximos a desarrollar una plataforma para recetas agronómicas on line, estaciones meteorológicas, dispositivos de rastreo remoto en pulverizadoras y capacitación de operarios, entre otras cosas”, enumeró.
Entre las innovaciones en gestión, firmaron estos días un acuerdo con la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe para unificar el registro de las máquinas habilitadas para trabajo rural. “Hasta ahora cada contratista tenía que registrarse en cada una”, indicó.
También, en base a imágenes satelitales y registros de campo están armando un mapa productivo con 7 coberturas de suelo o actividades, lo que permite ordenar más todo.
Consultado sobre qué hace falta para que todas estas innovaciones tecnológicas se incorporen masivamente o, al menos, de manera más extendida, Matías Cerri, líder de Agricultura Digital en Corteva Agrisciences, consideró que “todos los que estamos en esto tenemos que pensar cómo hacer para llevar a los usuarios una manera más sencilla de acercamiento a todas estas plataformas”. Y agregó: “tenemos que enseñar cómo usarlas y cómo vincularse con las nuevas tecnologías”.
Para Muguerza, la cosa es fácil: “Las tecnologías conocidas como plug-and-play, que las enchufás y marchan, como un corte por sección o la propia aplicación selectiva, permiten rápidamente comprobar si son útiles o no, en cambio, las que tienen que ver con cambios en los procesos ofrecen más resistencia, porque requieren de un cambio de mentalidad y en la forma de hacer las cosas”.
Cerri también marcó como una de las causas de la no adopción la resistencia a pagar para tenerlas. “En Argentina no tenemos medido todavía bien lo que tendría que pagar el cliente y lo que le vuelve”, dijo.