Miles de productores agrícolas alemanes se movilizaron desde zonas rurales a la sede de Gobierno, en Berlín. Aseguran que más de cinco mil tractores invadieron la capital de Alemania y paralizaron el tránsito.
Las protestas se concretaron luego de que la canciller de Alemania, Ángela Merkel tomó la decisión de endurecer las políticas de restricción de uso de fertilizantes. Además, introdujo una legislación que aseguran, es más estricta para la protección del medio ambiente.
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Los agricultores señalaron que se está poniendo en peligro el poder económico y la paz social en las zonas rurales de Alemania. Además, denuncian que las nuevas leyes de protección ambiental son más estrictas y suponen un ataque al sector agrícola.
Un comunicado de los agricultores expresa: “No nos estamos manifestando en contra de las regulaciones ambientales o por más subsidios”. Y resaltaron: “Exigimos una política sostenible y un trato justo para que nuestros hijos tengan la oportunidad de liderar las granjas”.