Ayer viernes hubo una jornada extendida en el intento de solucionar el conflicto por la paritaria del gremio Lechero.
Con la convocatoria a una reunión en la sede del Ministerio de Trabajo de la Nación, participaron del encuentro la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, el Centro de la Industria Lechera y la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas.
El debate fue intenso y se puede expresar que lo único concreto que se logró fue evitar el paro que estaba planificado para este fin de semana, aunque oficialmente no se había fijado una fecha, pero eran los trabajadores los que manejaban esta alternativa de no asistir a sus puestos durante 48 horas.
Para resumir, a los 25 puntos sellados en julio se sumaban ahora 30,5 para cubrir la expectativa de inflación anual. Además dos puntos relegados de la inflación de 2018 y se adelantaban cinco puntos para la paritaria de 2020, sumando 62,5 por ciento en total, según Apymel y con 1,5 por ciento menos en la propuesta del CIL.
Frente al nuevo Gobierno, que enfrenta a este conflicto como el primero de magnitud y el que le podría presentar la primera paralización a Alberto Fernández, el debate fue intenso. El acuerdo se enfocaba en terminar de pagar la mejora salarial en febrero y no en marzo, como se disponía en propuestas anteriores.
Pero este no era el deseo del sindicato. La intención es que a quienes hicieron paro no se les descuente la jornada en línea con el presentismo dentro del salario, pero el daño económico que se le generó a la industria con la medida de fuerza reciente justificó la negativa.
Del mismo modo, comenzó a fortalecerse el rechazo al pago de los bonos extraordinarios que peticionó Atilra.
Ver también: El verdadero reclamo que paraliza a la industria láctea
En julio el gremio había conseguido un aporte extraordinario de 8.500 pesos por empleado para destinar a la salud sindical. La intención ahora era sumar en mayo otro bono de cinco mil pesos para el gremio y con similar destino.
Además se proyectaba una suma extraordinaria para los trabajadores de 15 mil pesos.
Subyace la intención de conseguir sumar más pesos, que podrían recuperar el rango de los tres mil a lo que se conoce como aporte solidario, instaurado en 2009 para sostener el sistema de salud gremial y que actualmente está en 1.500 pesos por empleado por mes en las empresas grandes y 750 en las pymes.
Este martes habría un encuentro político para tratar el tema dentro del Gobierno Nacional y a partir del cual se le pondrían ciertos límites al gremio en estas pretensiones que van más allá de lo habitual.
La resolución del conflicto no parece estar cerca, pero en estas nuevas condiciones de negociación con nuevo Ejecutivo, podría encontrar una alternativa algo más racional.