El coronavirus y la peste porcina ‘reconfigurarán’ el comercio internacional de carnes. Piden propiciar el ingreso de inversiones.
Según explicó el director del Programa de Bioeconomía de la Facultad de Agronomía de la UBA, Fernando Vilella, la combinación de coronavirus y Peste Porcina Africana (PPA) reconfigurará el mapa de demanda de proteínas animales a nivel global y ante este escenario de mediano y largo plazo, remarcó que se deben propiciar las condiciones para generar inversiones.
«Estamos frente a una oportunidad inmejorable para agregar valor, generar trabajo y desarrollo, pero se requieren un gran número de inversiones y reglas de juego claras», remarcó Vilella en diálogo con BAE Negocios. El impacto de esta enfermedad en el rodeo porcino chino fue significativo y en 2019 calculó que los asiáticos perdieron la mitad de sus existencias, que representan unas 20 millones de toneladas de carne, cuando el negocio mundial de carnes bovina, porcina y aviar suma entre 29 y 30 millones de toneladas anuales.
En este escenario, el especialista aportó un dato a tener en cuenta para entender el potencial para crecer en el rubro exportador de proteínas: Argentina exporta el 60% del maíz producido como grano, que países como China compran para engordar sus propios cerdos. Vilella señaló que Argentina debe enfocarse e revertir esta tendencia y el cisma provocado por la peste porcina en el gigante asiático constituye una oportunidad.
En China, la expansión de carne porcina estuvo más vinculada a esquemas productivos de corte familiar, sin las condiciones mínimas de trazabilidad y sanidad. Pero en los próximos años, sostuvo, en ese país «aparecerá un sistema de producción de carne porcina más profesionalizado, que demandará insumos».
Con respecto a la caída en las cotizaciones de commodities, explicó que teniendo en cuenta la drástica caída en el rodeo porcino chino, «la caída en precios de soja y maíz tiene que ver más con la peste porcina que con coronavirus», precisó. A esta situación, debe añadirse que se esperan muy buenas cosechas de soja en Brasil y estados Unidos, factor que añadirá presión bajista al precio internacional de este grano.
El negocio exportador de carne porcina en Argentina cerró el año pasado con envíos cercanos a las 30.000 toneladas, de los cuales un 64% estuvieron destinados al mercado ruso. Pero la reciente decisión de Rusia de arancelar el ingreso de carne porcina significó un duro golpe para varios jugadores del negocio, entre ellos nuestro país. Ante este panorama, el mercado chino aparece como una de las opciones y a principios de año se llevaron a cabo algunas ventas a ese destino.
En materia de políticas tributarias, esta cadena fue una de las beneficiadas tras el anuncio del Ministro de Agricultura Luis Basterra sobre derechos de exportación, que para esta producción bajaron de 9% a 5%. Al conocerse esta medida, desde el Grupo Exportador Porcino Argentino (Gepa) afirmaron que esta medida representará un impulso para la industria porcina nacional.
Por Andrés Lobato.