
La soja es el cultivo de mayor difusión en la Argentina. Durante la campaña 2018/2019 se sembraron 17.3 millones de hectáreas con un rinde promedio de 33.8 quintales ha-1 con una producción total de 56.5 millones de toneladas. Se estima para la presente campaña, un leve incremento de 0.35 millones de hectáreas en la superficie destinada a este cultivo (Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario).
Esta leguminosa requiere una adecuada fertilización para expresar su potencial de rendimiento. Los principales nutrientes que limitan la producción de soja son el fósforo (P), el nitrógeno (N) y el azufre (S). Según un estudio del INTA en conjunto con la Asociación Civil Fertilizar, en el cultivo de soja el área fertilizada alcanza el 62% de la superficie sembrada. En la mayor parte de las hectáreas de soja cultivadas, el balance entre el aporte y consumo de nutrientes es negativo y sumado a la cantidad y calidad del rastrojo que deja el cultivo, explica en gran parte las causas del empobrecimiento que han tenido los suelos en la última década.