Las malas perspectivas climáticas afectan el clima de negocios: como las hojas de un cultivo con estrés hídrico, los productores se encartuchan aún más en su estrategia de no vender más allá de compromisos ineludibles.

Las lluvias y las temperaturas no sólo configuran los factores meteorológicos clave que observan los productores a la hora de sembrar, pulverizar y cosechar. También constituyen indicadores esenciales para pronosticar el clima de negocios que reinará a lo largo de una campaña agrícola.
Páginas: 1 2