
Un trabajo internacional determinó que la selección de rasgos deseables y la pérdida de variación de genes estaban desacoplados durante el proceso de domesticación de la legumbre.
En un estudio publicado hoy en Nature Plants un grupo internacional de científicos demostró que la agricultura de porotos realizada por los primeros agricultores que habitaron los Andes fue muy eficiente, ya que logró la selección de la mayoría de los rasgos deseables que ahora son típicos de este cultivo, consiguiendo preservar, al mismo tiempo, la diversidad genética de las semillas.
El trabajo, liderado por el científico italiano Giorgio Bertorelle, de la Universidad de Ferrara, y que contó con la participación de investigadores estadounidenses, noruegos y argentinos, tenía como objetivo conocer la diversidad genética de los porotos y cómo esta fue variando a lo largo del tiempo durante el proceso de domesticación de la legumbre.