La Argentina es un país carnívoro. Sin embargo el enamoramiento del argentino por la carne necesita revalidarse a cada instante, sobre todo teniendo en cuenta que el habitante típico de estas pampas ya no es más esa persona que no puede disfrutar un domingo si le falta su asado. Hoy el argentino típico, y el joven argentino en particular, posee una identidad compleja y fragmentada que hace que entre otras cuestiones se plantee por ejemplo una vida mucho más “flexitariana”, con una conducta alimentaria que contempla una disminución paulatina del consumo de carnes.
Páginas: 1 2

