Según un estudio del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), la probabilidad de moratorias viene al alza, acentuada por el salto en las cotizaciones de los bienes primarios que limita el margen de maniobra de múltiples naciones. Alerta por deuda en dólares: estudio revela un pronóstico reservado para la economía global Fuente: Agrolatam.com COMPARTILO POR MAIL Tu nombre Email del destinatario Mensaje ENVIAR Por: Ámbito 27 Jun 2022 ECONOMÍA Mundo dólar Las nuevas circunstancias de dinero más costoso y escaso son motivo de inquietud en los mercados, especialmente después de que muchos gobiernos aumentaron sus acreencias para mitigar los coletazos de la pandemia. Quienes estudian estos temas señalan que la probabilidad de moratorias viene al alza, acentuada por el salto en las cotizaciones de los bienes primarios que limita el margen de maniobra de múltiples naciones. Sin embargo, en el análisis de riesgos hay un sector que ha pasado relativamente desapercibido: el empresarial. No debería ser así, como lo han demostrado en un trabajo académico Philip Turner, profesor de la Universidad de Basilea en Suiza, y Iader Giraldo, investigador económico principal del Fondo Latinoamericano de Reservas. Según el estudio en cuestión del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), la deuda en dólares de las compañías en América Latina merecería ser motivo de alerta. Las perspectivas de fortalecimiento de la moneda estadounidense, combinadas con la menor liquidez internacional y el alza en los rendimientos exigidos por los inversionistas muestran un panorama complejo que debería ser objeto de atención. Al respecto, las cifras son elocuentes. Durante la época posterior a la crisis financiera de 2008 las medidas de estímulo adoptadas por los bancos centrales y las autoridades de los países desarrollados derivó en una búsqueda de mayores rendimientos por parte de los inversionistas. En tal sentido, los bonos emitidos por las compañías no financieras latinoamericanas se volvieron una opción atractiva, entre otros motivos porque el saldo de reservas internacionales en la región llegó a ser considerable e indicaba que no habría problemas en cuanto a disponibilidad de recursos para el pago de intereses o principal. Al mismo tiempo, para una firma de la zona resultaba más barato endeudarse en dólares que en su propia moneda. Como resultado, entre 2010 y 2020 las acreencias en dólares se duplicaron hasta acercarse al equivalente del 80 por ciento de las exportaciones. Ahora que el viento sopla en otra dirección, aparecen peligros que antes podrían haber sido calificados como manejables. Con el fin de evaluar cuáles son estos, Turner y Giraldo tomaron datos de 160 empresas latinoamericanas que han participado en el mercado de deuda y encontraron varios hallazgos llamativos. Aunque todavía no se ven trastornos importantes, el estudio sirve de alerta temprana que los reguladores a lo largo y ancho de la región deberían tener en cuenta. Hallazgos clave en base a 160 empresas El primer hallazgo es que los descalces cambiarios de las compañías financieras han aumentado. De tal manera, existiría una inadecuada cobertura que puede resultar muy onerosa de llegar a suceder una variación fuerte en los tipos de cambio. De otro lado, los investigadores muestran que existe un mayor apalancamiento ahora, que está relacionado con el endeudamiento en dólares, en el caso de las firmas del sector transable. Estas últimas, por cierto, no registran mejoras en el rendimiento del capital a pesar de que la devaluación de las monedas regionales ha sido la constante. Como complemento a lo anterior, resulta notable que las primas de riesgo pagadas por las empresas mostraron durante el periodo de análisis una tendencia a disminuir. Debido a ello, los autores plantean una pregunta válida, en el sentido de que los riesgos crediticios están siendo infravalorados. Otra evidencia revela que incluso cuando las tasas de interés internacionales disminuyeron, los pagos de intereses financieros se llevaron una parte muy importante de las ganancias. Cabe preguntarse, entonces, qué puede pasar ahora que el costo del dinero apunta a ser mucho mayor, de manera gradual. Afortunadamente, en medio de un proceso de cambio profundo, es una buena noticia que la financiación de bonos a largo plazo desplazó significativamente a los préstamos bancarios de corto plazo, o con tasa variable. En términos prácticos ello implica que el costo de endeudamiento estará más asociado al rendimiento de los bonos del gobierno estadounidense que a la tasa de los fondos que provea el Banco de la Reserva Federal norteamericano. No obstante, si lo mencionado reduce el sentido de urgencia, cruzarse de brazos no es una opción. Giraldo y Turner consideran que es importante la adopción de reglas macroprudenciales por parte de las autoridades, orientadas a aquellas compañías que toman préstamos en dólares en los mercados internacionales de capital. Estas tienden a ser, comparativamente hablando, más estrictas en el caso de los bancos. ¿Qué otras medidas son aconsejables? Los expertos mencionan la necesidad de mayor transparencia para entender tanto el mayor peso de las firmas no financieras en este renglón, como para examinar el destino de los recursos recaudados. Al comentar los planteamientos hechos, durante un seminario virtual organizado por el Fondo Latinoamericano de Reservas a comienzos de junio, Martín Tobal, director de Análisis de Riesgos Macrofinancieros del Banco de México, elogió tanto la metodología como la profundidad del análisis realizado: «Este es un tema que requiere toda la atención», señaló. Y es que, si bien las miradas se concentran en la deuda pública de las naciones de la región, es indispensable contar con la fotografía completa. De ahí que el interrogante que plantean Giraldo y Turner sea totalmente procedente «¿Qué sucederá cuando la política monetaria y regulatoria en los Estados Unidos endurezca las condiciones financieras en los mercados de bonos en dólares?», dicen los autores del estudio. Para evitar futuros dolores de cabeza, es mejor comenzar cuanto antes a buscar una respuesta apropiada y a tiempo.

El cereal transgénico desarrollado por Bioceres logró el aval de la Administración de Alimentos y Medicamentos de ese país.

La compañía Bioceres anunció un nuevo “hito” para su apuesta a comercializar a nivel global el primer trigo transgénico del mundo: la variedad HB4, que contiene un gen del girasol que le confiere tolerancia y mejores respuestas de rendimiento ante condiciones de estrés hídrico y salinidad.

Se trata de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) “concluyó favorablemente la evaluación del Trigo HB4, después de un largo proceso con múltiples requisitos legales y reglamentarios”, indicó el Gerente de Comunicaciones de Bioceres, Gabino Rebagliati.

La empresa inició esta consulta en 2018 y, si bien es de carácter voluntaria, implica una extensa y rigurosa serie de presentaciones para obtener una evaluación regulatoria, nutricional, de impacto ambiental, calidad y de seguridad integral que permita el uso en los mercados de alimentos.

Junto a la FDA, trabaja la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Departamento de Agricultura del Gobierno de EE.UU. (USDA), y son los encargados de garantizar que los Organismos Genéticamente Modificados (GMO), como el Trigo HB4, son seguros para la salud humana, vegetal y animal.

CAMINO DE CRECIMIENTO

“Como para dimensionar la importancia de esta noticia y la exigencia y seriedad de la FDA, es bueno recordar que se trata del organismo norteamericano que estuvo (y está) a cargo de regular y autorizar las vacunas contra el COVID19 que nos permiten vivir de nuevo una vida normal”, valoró al respecto Rebagliati.

De esta manera, este primer apoyo del Gobierno estadounidense –todavía no significa que el cultivo pueda sembrarse libremente en ese país– se suma a los avales que ya logró en Brasil, Colombia, Australiay Nueva Zelanda.

“Esta serie de aprobaciones que Grupo Bioceres ha obtenido en muchos de los principales países importadores y productores de trigo en los últimos meses son el resultado de más de 10 años de trabajo para que el Trigo HB4 cumpla con las normativas necesarias en cada uno de estos mercados”, continuó Rebagliati.

Para Bioceres, la oportunidad de lograr que por primera vez el mercado mundial del trigo acepte una variedad transgénica está dada por la crisis provocada por la guerra entre Rusia y Ucrania, dos de los principales productores y exportadores de cereal, y por la decisión de India, otro de los grandes jugadores globales, de cerrar sus exportaciones para garantizar la demanda local.

En este marco, de todos modos, Bioceres confirmó que “continuará con el sistema de identidad preservada, es decir, no comercializará las semillas, lo cual le permite a la empresa preservar el valor de la tecnología” y además evitar que pueda haber “contaminación” de lotes y que se envíen al exterior variedades que aún no tienen su aprobación en los mercados compradores.

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