Confederaciones Rurales Argentinas sostuvo que es una «descalificación grosera y falaz que elude la verdad histórica».
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) cruzó al jefe de Gabinete Agustín Rossi, quien vinculó la violencia política al «conflicto agropecuario» derivado por la fallida Resolución 125, al señalar que es «una descalificación grosera y falaz».
«La afirmación del ministro jefe de Gabinete, Agustín Rossi, sosteniendo que la violencia política comenzó en 2008, con lo que denominó «conflicto agropecuario», resulta una descalificación grosera y falaz, que elude la verdad histórica sobre la real violencia política y sus generadores», indicó la entidad en un comunicado de prensa.
CRA afirmó que «quienes tuvimos que asumir en 2008, la pretensión del Gobierno Nacional de apoderarse de los ingresos y por ende del futuro de los productores agropecuarios, no hicimos más que reclamar de manera pública, el retorno a la institucionalidad en materia impositiva, que en aquel entonces se había quebrado».
«Lo que Rossi llama violencia, debiera caberle a quienes ostentaban la máxima jerarquía en el Gobierno, que descalificaban día a día a los productores y a la producción, tratando de yuyo a la soja, producción, a la que paradójicamente, hoy recurren para sostener los ingresos fiscales», insistió la entidad agropecuaria.
En esa línea sostuvo que «sería útil a la verdad y a la historia que el Ministro, dejara de lado su prejuicio ideológico y distinguiese entre el reclamo legítimo de una enorme cantidad de productores y la ciudadanía que los acompañaba, de la verdadera y cruel violencia política, que se instaló hace más de 50 años en Argentina».
«Confederaciones Rurales Argentinas, deplora todo tipo de violencia, por ello se siente injustamente agredida, cuando se le imputa un hecho histórico que la tuvo como co-protagonista, de manera parcial y equívoca, pretendiendo adjudicarle una conducta sectorial que nunca tuvo», añadió.
Finalmente la entidad lamentó que «un Ministro, continúe denostando a los productores para defender con inexactitudes el pasado y el presente, de un Gobierno que navega en su propia incompetencia».