Muy lentamente se reactiva la cosecha y a medida que los productores vuelven al campo se va cobrando dimensión del daño provocado por el temporal. Hasta la semana pasada, poco menos de 6 millones de hectáreas aún permanecían en pie y casi la mitad de esa superficie se encontraba en regiones afectadas por el clima húmedo de abril y mayo. Actualmente, se relevan cuadros que cargan con importantes pérdidas provocadas por la sequía estival y ahora suman mayores mermas de rinde y calidad. Las pérdidas de área sembrada se elevan a 1,2 millones de hectáreas a escala nacional y el rinde promedio previsto al cierre de campaña se ajusta a 21,4 qq/Ha. Bajo este escenario la proyección de producción se ajusta a 36 millones de toneladas.
La cosecha avanzó 4,4 puntos en los últimos siete días y se estima que un 71,1 % del área apta ya fue recolectada, sosteniendo un rinde medio de 23qq/ha. El actual avance nacional en la recolección se encuentra retrasado en -3,6 puntos comparado al ciclo previo, un importante retraso generado por el temporal si tenemos en cuenta que hasta hace cuatro semanas atrás se registraba un adelanto interanual superior a los 20 puntos porcentuales.
La mayor actividad de cosecha se relevó en la región NOA, mientras en el centro y sur del área agrícola comenzaron a movilizarse las cosechadoras recién a principios de esta semana, debido a los elevados niveles de humedad que aún mantienen los porotos en el campo.