El protocolo sanitario con China podría generar la aparición de «acopiadores» de hacienda ante la imposibilidad de comercializar los animales en los remates feria o Liniers.
Así lo admitió el Director Ejecutivo de RosGan, Raúl Milano, durante la reciente subasta televisada que se realizó desde Agroactiva. Sin ánimo de criticar el acuerdo bilateral, consideró que tiene alguna «limitante» pero valoró la firma porque «es un paso importante para dar» y «peor sería no contar con ningún convenio».
Además el analista trazó una proyección del mercado de hacienda y consideró que en la segunda mitad del año habría una recomposición de precios, pero sin una «explosión» ya que el alicaído poder adquisitivo de los consumidores, producto de la inflación, no podría convalidarlo.
El texto del mencionado protocolo sanitario se conoció el 1° de junio, dos semanas después de haberse firmado, y entre los aspectos observados por diversos actores del negocio se destaca que la hacienda con destino de exportación hacia China debe haber permanecido un mínimo de 90 días en el establecimiento de origen; y que durante el traslado al frigorífico no puede tomar contacto con otros animales (situación natural en los mercados concentradores). Entre otras exigencias, también se plantea que el remitente debe certificar que está libre de «Tuberculosis, Paratuberculosis, Rabia, Carbunco bacteriano y Brucelosis (Brucella abortus) durante los últimos doce meses».
Al respecto, Milano mencionó a Campolitoral que al ser China una gran compradora de vaca -que mayoritariamente se vende en ferias- la imposibilidad de pasar por un mercado concentrador «limita bastante» el negocio. «No lleva la vaca gorda buena, sino la que está entre manufactura y conserva -explicó- y es la que se comercializa en remates feria porque son descartes de los productores, que se desprenden de pocos animales a medida que se vuelven improductivos». Por lo tanto, estimó que -de mantenerse- esta exigencia de venta directa, «generará la aparición de acopiadores que juntarán (la hacienda entre varios ganaderos) para entregar» a faena.
Al margen del protocolo, consideró que «se va a encaminar bien» el negocio, porque el gigante asiático actualmente se lleva la mitad de las exportaciones argentinas de carne (al igual que las uruguayas y próximamente también las brasileñas) y «es el presente, no el futuro». Entonces «aún con puntos de discrepancia» el protocolo es «un paso importante para dar». Pero consideró que «algo se puede modificar» y remarcó: «lo peor que nos puede pasar es no tener ningún protocolo ni ningún acuerdo».
En cuanto a las expectativas del mercado de hacienda para el resto del año, afirmó que el consumo está muy atado al bolsillo del consumidor. «Y estamos complicados con un año de alta inflación», dijo, situación que «se está notando un poco», aunque «no tanto en la carne», que venía muy rezagada en precios (en un año y medio no superó el 20% cuando la inflación de 2017 fue del 25%). «El precio del consumo se irá poniendo más sostenido, pero no puede haber grandes valores porque a la gente no le sobra dinero», sentenció.
En cambio «la exportación está muy bien, con China llevando toda la vaca», y anticipó: «estoy convencido de que están reservando muy buenos valores para el segundo semestre».
Argumentó que con el actual volumen de faena y la alta participación de la vaca «no están casi necesitando novillo», al que aún no le volcaron todo el precio que podrían «en función de la devaluación que hubo». Eso, dijo, «se va a notar en el segundo semestre cuando la vaca empiece a faltar».
En cuanto a la invernada, que tuvo una salida 35% adelantada, sostuvo: «ahora se está notando que empieza entonarse por faltante». Mencionó que en los remates de marzo, abril y mayo RosGan subastó casi 40.000 todos los meses y a partir de ahora estimó que serían entre 20.000 y 25.000 «porque se nota que ya salió el grueso». E insistió que «no va a haber precios excepcionales con grandes corridas».
Además le restó gravedad a la situación que atraviesan los engordes a corral, que sufrieron una fuerte suba del maíz en los últimos meses. «Han tenido buenos años y tal vez este año estarán trabajando con números muy finos y a veces a pérdida».
Tomando al sector como un sistema, Milano afirmó: «todos de alguna manera no están ni excepcionalmente bien ni muy mal, después de años en los que la pasaron complicados». Optimista porque ven que «el sistema está consolidado», a pesar de correcciones puntuales.