Nuestro país podría alcanzar un récord histórico de exportación, aunque antes deberá enfrentar la competencia de países como Australia y Canadá.
«El trigo de Argentina tiene mucho por ganar teniendo en cuenta el mayor volumen de producción proyectado para la próxima campaña local y el aumento esperado de la demanda externa para el mismo período.», destacaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario en un informe elaborado por Sofía Corina y Federico Di Yenno.
De dicho informe se desprende que países como Kenia e Indonesia sustentarían la demanda exterior del cereal argentino.
Sin embargo, el estímulo de la demanda de trigo argentino puede ser menoscabado por mayores exportaciones de competidores como Australia y Canadá en la nueva campaña 18/19. Cabe señalar que Australia posee un calendario de cosecha parecido a la Argentina por encontrarnos en similares latitudes.
De acuerdo al último informe de fyo sobre las estimaciones del USDA, para nuestro país no hubo cambios en la estimación de producción: «Se esperan 19,5 millones de toneladas para el ciclo 18/19 de las que 5,3 se consumirían localmente y el resto, 14,2 millones de toneladas, deberían exportarse». «Este nivel de exportaciones, de concretarse, serían récord histórico», destacaron.
Así es que con Brasil apuntando a comprar 7,5 millones de toneladas, la mayor parte del esfuerzo deberá hacerse por colocar el cereal en el resto del mundo.
Fuente: fyo
Regiones importadoras
Según el último reporte del USDA, se pronostica que el Sudeste Asiático y el África Subsahariana serán las dos regiones importadoras de trigo más grandes del mundo después de un crecimiento continuo durante la última década.
«Ambas regiones han desarrollado un mayor gusto por las dietas que incluyen más trigo, lo que ha estado impulsando la demanda de importaciones«, explicaron desde la BCR.
El rápido crecimiento de las importaciones en el Sudeste Asiático también se ha visto impulsado por una mayor utilización de trigo en las raciones de alimentación, mientras que el crecimiento del África Subsahariana se basa principalmente en el rápido crecimiento de la población y la urbanización.
Desde la BCR destacaron que históricamente, el norte de África y el Medio Oriente fueron las regiones más relevantes para las importaciones mundiales de trigo. Sin embargo, en la última década, el consumo en esas regiones no ha crecido tan rápido como en el Sudeste Asiático y el África subsahariana.
Específicamente en 2018/19, se pronostica que tanto el norte de África como el Medio Oriente tendrán menores importaciones de trigo debido a las abundantes cosechas en los principales países importadores: «Se espera que las importaciones de África del Norte bajen debido a una mayor producción en Argelia, Marruecos y Túnez»
En tanto, las importaciones de Medio Oriente se pronostican a la baja debido a que se espera que la menor demanda de Turquía contrarreste las importaciones en otros lugares.
Competidores de Argentina
Se espera que Australia produzca 21,9 millones de toneladas de trigo en la temporada 2018/19 (octubre-septiembre), un 3% más que las 21,2 millones de toneladas en la temporada anterior, a pesar de una leve disminución en la superficie debido a la intención limitada de siembra por el clima seco.
Australia experimentó el tercer mayo más seco registrado y junio es probable que sea más seco que el promedio en gran parte del país, según la Oficina de Meteorología. Ahora, las estimaciones oficiales de dicho país suponen una precipitación invernal oportuna y suficiente, particularmente en áreas donde es común que haya lluvias invernales inferior a la media.
Producción global
Desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires comentaron que en el último reporte del USDA la estimación de producción fue recortada, pasando de 748 a 745 millones de toneladas a nivel mundial. Los recortes se dan principalmente en Rusia, con una caída de 3,5 millones de toneladas frente al reporte de mayo, y en la Unión Europea en 1 millón de toneladas.
Parte de la caída sería compensada por India, cuya estimación de producción pasa de 95 a 97 millones de toneladas. Sin embargo, el consumo fue ajustado a la baja y los stocks iniciales al alza, derivando en un aumento de la relación stock/consumo, que continúa elevada en términos históricos.