Con el contrato de Intercambio de Riesgo Crédito por Futuros (IRCF), los compradores y vendedores de soja, maíz, trigo, sorgo, cebada y girasol pueden cambiar contratos bilaterales (conocidos como “OTC” o forward), por contratos de futuros u opciones registrados en el MATba, quien actúa como contraparte de la operatoria.
La ventaja de reemplazar contratos privados por contratos estandarizados y negociados en un mercado, es que ambas partes eliminan los riesgos intrínsecos de la operación original, ya que MATba garantiza las operaciones; y permite tanto entregar la mercadería a través del Mercado o cancelar la operación antes del vencimiento mediante una operación de signo contrario.
El precio de la transacción será determinado por mutuo acuerdo de las partes del IRCF, y debe reflejar la realidad comercial en el mercado.
Esta nueva herramienta brinda a los integrantes de la cadena agrícola otra alternativa para planificar y rediseñar de manera ágil su estrategia comercial de acuerdo a sus necesidades.
VENTAJAS DE LA NUEVA HERRAMIENTA
Federico Cavarozzi, Responsable de Riesgo y Desarrollo de Producto del MATba, explicó: «Los forwards son una herramienta, tanto para compradores como para vendedores, rígida, es decir, que debe cumplirse más allá de cuáles sean las circunstancias de fuerza mayor que aparezcan con posterioridad al establecimiento del contrato».
Al tener esa característica, sólo pueden negociarse por un volumen limitado, pues la demanda de granos no puede asumir riesgos financieros sobredimensionados, mientras que la oferta tampoco puede comprometer por anticipado la mayor parte de una producción de granos que probablemente ni siquiera comenzó a sembrarse.
De esa forma, al intercambiar contratos bilaterales (OTC) por contratos de futuros negociados en un mercado institucional, ambas partes de la transacción eliminan los riesgos intrínsecos de la operación original, porque los nuevos contratos de futuros registrados por un IRCF pasan a quedar sujetos a los derechos y obligaciones de cualquier otra transacción de futuros que se realice y se registre en el Matba.
Cavarozzi destacó que un dato importante es que, si bien el precio de la transacción será determinado por mutuo acuerdo de las partes del IRCF, el mismo deberá reflejar la realidad comercial en el mercado. Sin embargo, si el precio en cuestión se encuentra significativamente alejado de dicho valor, deberá ser justificado por las partes, quedando a criterio de Matba su aceptación.
Alternativa ante la menor producción
Este año, a causa de la sequía que recortó los rindes en vastas zonas agrícolas argentinas, puede darse el caso de productores que no lleguen a cumplir con los compromisos de entrega de granos pactados por medio de forwards.
En tales casos, el IRCF constituye una alternativa para que el productor pueda transformar elforward en un futuro, de manera tal de poder arbitrar esa posición en el Matba y liberarse del compromiso que no estará en condiciones de cumplir.
La contrapartida de esa situación es que la demanda (el comprador de los granos) podrá esperar a que venza el contrato para optar por el recibo físico de la mercadería (o también arbitrarlo antes de esa fecha si lo considera conveniente).
«Se trata solamente de un ejemplo entre muchos usos del IRCF. En definitiva, esta nueva herramienta brindará la posibilidad de que los integrantes de la cadena agrícola cuenten con mayor libertad para planificar y rediseñar de manera ágil su operatoria comercial en la actual coyuntura del negocio», concluyó Cavarozzi.