Se detectó un avance, medido en reales, debido a un descenso de la oferta a lo que se añadió el efecto del alza en el precio del transporte y en el de los granos.
En Brasil, los precios que se abonan al productor por la leche subieron durante junio –por quinto mes consecutivo– de la mano de la menor oferta, aunque con un incremento que ha ido moderándose.
Según el relevamiento del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea, por sus siglas en portugués), el precio líquido llegó a R$ 1,296 por litro, con un avance de 3,3% respecto a mayo. Este valor promedio toma la evolución de los precios en Bahía, Goiás, Mina Gerais, San Pablo, Paraná, Santa Catarina y Rio Grande. En la medición del primer semestre el avance en el precio fue de 28%.
El aumento de precios en junio fue inferior al registrado en los meses anteriores, con avances en abril y mayo que superaron el 7%. De acuerdo a Cepea, esto ocurrió porque en mayo –cuando se dio la salida de leche desde el campo– «los agentes de la industria relataban dificultades en trasladar el precio de la materia prima a los derivados, alegando una demanda con debilidades».
Con negocios trabados, la necesidad de realizar promociones frenó la valorización de la leche y también de los derivados –en especial la UHT larga vida–, «factor que limitó la suba de precios al productor en junio». Cepea destacó que en la oferta limitada ha pesado la demanda en el proceso de formación de precios a campo, dictando la dinámica en el mercado de lácteos este año.
«El sector sufre con las consecuencias de los bajos precios registrados en el segundo semestre de 2017, que desestimuló la inversión por parte de los productores», apuntó el reporte.
A esto se sumó que, con el avance de la entre zafra y el aumento en los precios de los granos entre abril y mayo, «la producción fue perjudicada elevando la competencia entre las industria para asegurar el abastecimiento de la materia prima».
Cepea agregó que la huelga de camioneros, con la interrupción del transporte de leche a las industrias, agravó aún más este escenario. El Índice de Captación de Leche de Cepea retrocedió 14,4% entre mayo y abril, acumulando una caída de 24,1% en la primera mitad del año.
Los mayores ajustes negativos se dieron en Paraná y Minas Gerais, con bajas de 20,6% y 15,1%, respectivamente. «Este resultado atípico estuvo influenciado por el gran volumen de leche descartado en los propios campos», indicó el informe.
Con el correr de junio, las industrias lácteas y los canales de distribución enfrentaron la situación conjunta de caída de stocks. Como consecuencia, los precios de los derivados se elevaron considerablemente. La leche larga vida –termómetro para el sector– se valorizó casi 15% en la primera quincena de junio. En la segunda mitad de mes el aumento fue menos intenso, de 5,8%.
Cepea indicó que para julio, en tanto, la competencia de las empresas en junio para comprar leche con el objetivo de recomponer stocks debe sustentar el alza de precio al productor. La suba en julio podría, incluso, superar la verificada en junio, se indicó.