La reina es la base del éxito de una colonia de abejas. Su calidad involucra aspectos genéticos y ambientales. Esta nota aborda algunos de estos aspectos que han sido estudiados por el equipo del Programa Nacional Apícola del INTA (INTA PROAPI).
No exageramos si decimos que la reina es la base de la apicultura, ya que es la madre de todos los individuos de la colonia. De su genética dependerán las características y performancede la colmena, y de su capacidad de postura, la fortaleza de la colonia. Sin embargo, existen también otros factores, relacionados con el ambiente en el que la reina se desempeña, que deben ser tenidos en cuenta, tales como las condiciones sanitarias y nutricionales de las colmenas donde fueron criadas, y por supuesto las condiciones de las colonias que encabezan.
La edad importa
La edad afecta significativamente la calidad de la reina. El desempeño de la misma disminuye con la edad, y para evitar que haya una reducción en la postura es importante su recambio periódico. Hasta hace algún tiempo atrás, el recambio de reinas se producía naturalmente con la enjambrazón. Ante la disminución del potencial del ambiente, la enjambrazón ha pasado a ser un fenómeno cada vez menos frecuente. Ante esta situación es clave el rol del apicultor que planifique y ejecute un plan de recambio sistemático de reinas.
Este recambio debería realizarse cada uno o dos años (dependiendo de las características de la región y el manejo del apicultor) ya que permite mantener altos niveles de postura favoreciendo la población, sanidad y rendimiento de las colonias, y evita el recambio natural disminuyendo la pérdida de colmenas. Es importante realizar el recambio con reinas de origen conocido (resultado de procesos de selección y mejoramiento) y adaptadas a la región de producción.
La genética, también clave
Las características genéticas que deseamos en una reina dependerán de los objetivos de producción y de la región. No existe una súper abeja que presente todas las características deseables y que se desempeñe de forma uniforme en todos los ambientes.
En Argentina llevamos adelante un Programa de Mejoramiento Genético de abejas desde el año 1995. Los criterios de selección priorizados han sido: el comportamiento higiénico que ha permitido obtener abejas tolerantes a las enfermedades de la cría y evitar el uso de antibióticos; la prolificidad o capacidad de postura de las reinas (y en forma indirecta la producción); la mansedumbre que ha permitido manejar las abejas de manera confortable aún en regiones subtropicales; y más recientemente la tolerancia a varroa que nos ha permitido obtener abejas adaptadas a ciertos climas que solo reciben tratamientos orgánicos en forma estratégica. La selección se ha llevado a cabo en diferentes ambientes -teniendo en cuenta en el esquema selectivo- la adaptación de cada material a su ambiente particular.
Para complementar los importantes logros que se alcanzaron en el mejoramiento genético apícola, el PROAPI está aplicando herramientas genético-moleculares que permiten identificar, sobre materiales seleccionados por su alto comportamiento higiénico y tolerancia a Varroa, los genes responsables de estas características. Examinando estos genes podemos, por ejemplo, encontrar marcadores que nos ayuden a la selección genética asistida. De esta forma se puede determinar, en forma rápida y segura, cuáles son las mejores colmenas para ser incorporadas a un programa de mejoramiento, evitando ensayos y mediciones a campo que consumen mucho tiempo y esfuerzo.
Los resultados obtenidos son promisorios. Se logró identificar algunos de estos genes que resultan estables entre distintos materiales, es decir, que podemos asociar la expresión del gen en cuestión y el nivel del comportamiento higiénico de una colmena determinada, y que esto se cumple para colmenas de distintos orígenes, de distintos fondos genéticos.
La genética como aliada contra varroa:
I) Comportamiento Higiénico y VSH
Existen diversos mecanismos comportamentales por los cuales las abejas pueden desarrollar una relación parásito-hospedador estable con Varroa. Diferentes combinaciones de factores tales como el genotipo de la abeja, la adaptación de la Varroa y el ambiente en el que se encuentran las colmenas, pueden derivar en la tolerancia, o aún, en la resistencia al parásito.
Para estudiar esta problemática, desde el año 2005, el PROAPI, a través del MeGA evalúa, selecciona, multiplica y monitorea colmenas de abejas europeas de genética local, comercial y de alto comportamiento higiénico en diferentes regiones agroecológicas.
Se logró obtener poblaciones de abejas de haplotipos europeos que, bajo condiciones de clima templado y manejo productivo convencional, sobreviviven sin tratamiento acaricida. Estas colmenas presentan comportamiento higiénico (CH) superior al 90% y alto porcentaje de hembras de Varroa con descendencia no viable (Figura 1). Esto repercute en el éxito reproductivo del parásito que disminuye su tasa de incremento poblacional (Figura 2).
Los resultados de la evaluación del Comportamiento Higiénico Sensitivo a Varroa (VSH, por sus siglas en inglés Varroa Sensitive Hygiene) realizada en estos materiales a partir del año 2016, indican que las abejas de colmenas tolerantes son capaces de detectar, desopercular y limpiar selectivamente las crías parasitadas con ácaros que ponen huevos, ignorando aquellas celdas con parásitos no reproductivos. De esta manera, las colmenas VSH presentan altas proporciones de ácaros infértiles y así, el crecimiento poblacional del parásito en éstas se ve limitado. Si bien un alto porcentaje de CH no explica necesariamente el comportamiento VSH, en promedio, las colmenas VSH presentan niveles de CH de 90%. Además, las colmenas que presentan VSH iguales o mayores a 80% poseen la capacidad de mantener niveles bajos de infestación del ácaro, probablemente controlando activamente su reproducción.
En línea con los genes marcadores detectados que están relacionados con el CH y que incluyen la capacidad de las abejas de detectar olores específicos, se avanzó en detectar las señales olfativas que pueden ser registradas por las abejas para iniciar este comportamiento hacia el ácaro y que permiten que la abeja diferencie entre celdas sanas y enfermas. Ha sido posible identificar los compuestos químicos principales que caracterizan ese “olor a cría parasitada”. En particular, no solo la cantidad, sino la calidad de estos compuestos cambian producto de la parasitación de la cría. Estos compuestos generan información valiosa sobre las vías que desencadenan el comportamiento higiénico, y además podrían ser usados para aumentar el nivel de este comportamiento en colmenas sanas.
II) Comportamiento de Grooming
Además del comportamiento higiénico existen otros comportamientos de inmunidad social potencialmente seleccionables. Entre éstos se encuentra el comportamiento de acicalamiento (grooming, en inglés), que consiste en la limpieza y remoción de bacterias, hongos y parásitos depositados sobre el cuerpo de las abejas adultas.
En particular para Varroa, el grooming involucra el acicalamiento y desprendimiento del ácaro del cuerpo de la abeja, dañándolo en el proceso. Si bien este comportamiento es un mecanismo de tolerancia ampliamente documentado para la abeja oriental A. cerana, existe también una buena cantidad de evidencia que indica que los linajes africanizados de A. mellifera muestran un alto comportamiento de grooming, y que éste permite controlar las densidades poblacionales (foréticas) del parásito en las colmenas.
En Argentina, en el marco de la Red de Tolerancia, se avanzó en la identificación y caracterización de colmenas que resultan promisorias en cuanto a su tolerancia natural al ácaro. El estudio a campo de materiales locales, establecidos en INTA Reconquista, ha evidenciado que el grooming puede ser un comportamiento relevante para mantener las cargas parasitarias bajo un umbral de daño, aún en colmenas de genética europea. En particular, la caída natural y el nivel de daño al ácaro parecen ser las características diferenciales entre las colmenas tolerantes y las susceptibles estudiadas (Figura 3). Estas características pueden ser fácilmente medidas en el apiario mediante el uso de pisos técnicos, permitiendo identificar y multiplicar aquellas colmenas que exhiban alto comportamiento de grooming y tolerancia.
Material Vivo con garantía PROAPI
Para que esa genética obtenida en el MeGA-PROAPI llegue al productor, desde 1996 se inició el sistema de Aseguramiento para la producción de Material Vivo de calidad. A través de este sistema se han integrado empresas productoras de reinas, celdas, núcleos, paquetes de abejas que reciben la genética PROAPI. También aplican protocolos de producción que aseguran una adecuada nutrición y sanidad de las colmenas.Estas empresas desarrollan sistemas documentales y manuales de procedimiento. Llevan registros que les permiten establecer la trazabilidad de los productos y calcular eficiencias de los procesos. Como parte del seguimiento del proceso de producción, estas empresas son auditadas dos veces al año por el PROAPI.Por demanda de estas empresas y con el objetivo de profundizar en el control de calidad de las reinas fecundadas hemos avanzado en el estudio de la relación de los defectos que se detectan en las reinas inspeccionadas visualmente, su desempeño en las colmenas y las características de sus órganos internos (Figura 4). Estos resultados nos permiten elaborar una serie de recomendaciones a los productores de material vivo, para el descarte de las reinas fecundadas que presenten anomalías. Figura 4 ¿Cómo mantenemos y mejoramos esta genética?Para el mantenimiento y mejoramiento de la genética seleccionada ha sido necesario implementar un sistema de cruzamientos controlados mediante el uso de inseminación instrumental que evita que todo el trabajo de selección y mejoramiento se vea afectado por el aporte de zánganos no seleccionados durante el vuelo de apareamiento de la reina.Para evitar la consanguinidad y mantener varios alelos sexuales en la población, se ha implementado desde el año 2006 un sistema de cruzamientos en población cerrada. Este sistema ha permitido mantener 10 orígenes diferentes sin ingreso de genes externos a la población seleccionada y evitando los efectos indeseables de la consanguinidad. Los valores promedios de las características seleccionadas se han mantenido o mejorado durante este período.
¿Cómo mantenemos y mejoramos esta genética?
Para el mantenimiento y mejoramiento de la genética seleccionada ha sido necesario implementar un sistema de cruzamientos controlados mediante el uso de inseminación instrumental que evita que todo el trabajo de selección y mejoramiento se vea afectado por el aporte de zánganos no seleccionados durante el vuelo de apareamiento de la reina.
Para evitar la consanguinidad y mantener varios alelos sexuales en la población, se ha implementado desde el año 2006 un sistema de cruzamientos en población cerrada. Este sistema ha permitido mantener 10 orígenes diferentes sin ingreso de genes externos a la población seleccionada y evitando los efectos indeseables de la consanguinidad. Los valores promedios de las características seleccionadas se han mantenido o mejorado durante este período.
Fuente: INTA