El achaparramiento es una de las enfermedades más serias del cultivo de maíz en las regiones tropicales y subtropicales. El mismo puede generar mermas del rendimiento entre un 50 y 90%. En Brasil, brotes epidémicos como los ocurridos en el 2017 en el oeste de Bahía, suroeste de Goiás, Triángulo Minero y el noroeste de Minas Gerais, generaron pérdidas superiores al 70% de la producción.
EL VECTOR
Dalbulus maidis (Hemiptera: Cicadellidae), es una chicharrita que solo se alimenta de maíz y es el único vector natural de CSS conocido en Argentina. Es un insecto diminuto de coloración amarillenta que presenta dos manchas negras bien marcadas en la cabeza. Habitualmente se lo encuentra en el cogollo de las plántulas de maíz.
La chicharrita adquiere la enfermedad al alimentarse de una planta enferma, pero no puede transmitirla inmediatamente, ya que requiere un periodo de incubación de 2 a 3 semanas para que la misma sea infectiva. D. maidis transmite al patógeno de forma persistente propagativa, es decir, una vez adquirida la enfermedad puede transmitirla toda su vida. Además es un vector muy eficiente, pudiendo infectar una planta con tan solo una hora de alimentación. No toda chicharrita es infectiva, la proporción de individuos con capacidad de inocular la enfermedad generalmente es inferior al 10%, razón por la cual las chances de que se transmita la misma aumentan conforme se incrementa la densidad poblacional del vector.
En Argentina, D. maidis vive y se reproduce solo en maíz, estando su dinámica poblacional íntimamente ligada a la presencia o ausencia de este cultivo. En la región NOA la chicharrita sobrevive el invierno como adulto, refugiándose en las borduras, plantas de maíz guacho o cultivos de estación como el trigo. El número de individuos que logran superar este periodo desfavorable es muy bajo. Su alta movilidad y capacidad de migrar le permite instalarse rápidamente en los primeros lotes implantados con maíz, momento en el cual comienzan gradualmente a multiplicarse. Por tal motivo, conforme se amplía la ventana de siembra la densidad poblacional del vector es mayor.
SINTOMAS DE CORN STUNT SPIROPLASMA
LOS SÍNTOMAS DEL ACHAPARRAMIENTO DEL MAÍZ GENERALMENTE SE MANIFIESTAN EN EL PERIODO DE POS FLORACIÓN. EL RECONOCIMIENTO DE LOS MISMOS A CAMPO ES DIFICULTOSO DEBIDO A QUE DEPENDE DE MÚLTIPLES FACTORES Y GENERALMENTE LA ENFERMEDAD PASA DESAPERCIBIDA. SIN EMBARGO, LAS PLANTAS ENFERMAS TERMINAN ANTICIPADAMENTE SU CICLO Y SE ACORTA EL LLENADO DE SUS GRANOS.
ESTRATEGIAS DE MANEJO PARA REDUCIR LOS EFECTOS NEGATIVOS DE CORN STUNT SPIROPLASMA (CSS)
ELECCIÓN DEL HÍBRIDO
La siembra de materiales tolerantes al CSS es la práctica de mayor impacto para el manejo de esta enfermedad. Se ha comprobado que existe variabilidad en la respuesta frente a S. kunkelii entre los diferentes materiales, debiéndose consultar a cada semillero sobre el nivel de tolerancia de sus híbridos para éste patógeno.
ESCAPAR AL PICO POBLACIONAL DEL VECTOR
Mediante el manejo de la fecha de siembra se puede evitar exponer al cultivo en su periodo más susceptible (los primeros 30 días desde la emergencia) a una alta presión del vector, y por ende escapar o mitigar los efectos negativos de la enfermedad. Hay que tener presente que donde se realizan siembras de primavera, se genera un ambiente favorable para la multiplicación del vector y la enfermedad, exponiendo a los cultivos de verano a una alta presión de inóculo. Proceso similar ocurre cuando se extiende el periodo de siembra durante el periodo diciembre – enero, exponiendo a los cultivos sembrados tardíamente a una elevada densidad poblacional de la chicharrita y en consecuencia a mayor incidencia de CSS.
CONTROLAR MAIZ GUACHO
Teniendo presente que en Argentina el CSS tiene como único hospedero al maíz, y que su vector solo se alimenta y reproduce en este cultivo, la presencia de maíz guacho genera un ambiente favorable para la permanencia de ambos. Su eliminación contribuye a reducir la presión de la enfermedad en las primeras fechas de siembra.
TRATAMIENTOS DE SEMILLA
Es un buen complemento acompañando a las demás prácticas. Los curasemillas sistémicos sufren un efecto dilución a medida que la planta crece, requiriendo mayor tiempo de alimentación por parte del vector para ser eficaces. Dado el corto periodo de tiempo que puede requerir D. maidis para transmitir la enfermedad, el curasemilla puede no evitar la infección, pero contribuirá a mantener bajas las poblaciones por un mayor periodo de tiempo.
EL MANEJO DE CSS DEBE SER PREVENTIVO Y REQUIERE LA APLICACIÓN INTEGRADA DE DIFERENTES ESTRATEGIAS PARA DISMINUIR SUS EFECTOS NEGATIVOS.
Fuente: INTA por Ignacio Martín Luna, María de la Paz Gimenez, Marcelo Alberto Druetta