El cultivo de trigo en general tiene buena adaptación a las bajas temperaturas durante gran parte de su ciclo, pero hay circunstancias en que los cambios bruscos de temperatura pueden afectar distintas partes de la planta en activo crecimiento.
Ver también: Octubre arrancó con heladas
«Heladas con registro de temperatura inferiores a ese umbral con trigos transcurriendo el período crítico hasta antesis puede ocasionar daños importantes por perdida de tallos que comienzan con el tallo principal», explicaron desde el INTA Marcos Juarez. Los efectos sobre el rendimiento dependerán no sólo de la capacidad de compensación del cultivo, sino también de la posibilidad de recuperación que permite el ambiente de producción. La capacidad de compensación del cultivo está en función de los órganos afectados y por lo tanto del momento de ocurrencia.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario informaron que las heladas del martes, aunque fueron aisladas, y las temperaturas medidas en los abrigos de las estaciones de la zona núcleo no indicaron valores por debajo de cero grados, se produjeron en un momento muy sensible y en las peores condiciones del cultivo: «Sin agua y muy estresados, los lotes más avanzados que se encontraban con la espiga emitida o mostraban la espiga embuchada fueron afectados», comentaron desde BCR.
Desde la entidad rosarina indicaron que todavía no es posible cuantificar la incidencia y el nivel de daño: «En el noroeste de la región es donde más se nota la combinación de daño por sequía y heladas, y el mayor impacto».
En tanto, la imagen satelital del sistema clima y agua INTA, mostró que a las 5.48hs del martes se registraron temperaturas de entre –4 a –5 °C a 5 cm del suelo en una zona que abarca el centro norte de los departamentos Unión y Marcos Juárez y centro sur de la provincia de Santa Fe.
SÍNTOMAS A CAMPO
Recorriendo diversos ensayos de trigo dentro de la EEA INTA Marcos Juárez, y sobre ensayos en campos de productor próximos a la Experimental, se observaron daños de helada en el cultivo a unos 40 cm del suelo, afectando el pedúnculo con distinto grado de elongación en variedades que estaban a punto de espigar o ya espigadas.
El daño en el pedúnculo se observa desde apenas un blanqueamiento de los tallos hasta una estrangulación completa de tallos, sin posibilidad de recuperación.
En algunos casos sólo se vieron afectados los tallos principales mientras que en otros hasta elsegundo y tercer macollo mostraron síntomas de daño por heladas, por lo tanto habrá que esperar algunos días para cuantificar las espigas dañadas y a partir de ahí estimar con mayor precisión las pérdidas de rendimiento.
Será necesario seguir monitoreando los lotes, cuyas posibilidades de recuperación dependerán fundamentalmente del estado fenológico del cultivo y de la disponibilidad de recursos, tanto agua como nutrientes.