En lo que va del año, el SENASA y la Policía secuestraron unas 43 toneladas de carne que intentaban pasar de contrabando desde La Pampa hacia el sur del país. Esos cargamentos están valuados en 10 millones de pesos. La diferencia de precio que hay en el kilo de asado entre La Pampa (140 pesos) y las carnicerías de Río Negro y Neuquén (230 pesos) son un «incentivo» para traficar.
La Barrera Zoofitosanitaria Patagónica del SENASA impide el paso de carne con hueso hacia el sur de la Patagonia. La Pampa ha pedido que se levante esa restricción porque considera que se trata de una «barrera comercial» que protege a los productores rionegrinos. Desde esa provincia defienden la barrera por el diferente estatus sanitario, ya que esa zona es libre de aftosa sin vacunación y La Pampa es con vacunación.
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«Este tipo de tráfico tiene un muy bajo nivel de detenciones. Generalmente a la persona que se detecta contrabandeando carne sólo se le labra un acta. La mayor pérdida es el secuestro (y posterior incineración) del cargamento. Según los registros policiales, en lo que va del año ya se secuestraron unas 43 toneladas de carne, en diferentes estados: con o sin hueso, embutidos, fiambres, menudencias. Del total, unas 33 toneladas fueron decomisadas en operativos de los que participó Senasa», informó el diario Río Negro.
Pero además se suma la evasión de impuestos, que potencia aún más el tráfico de carne dentro de Río Negro. Los contrabandos se realizan de muchas maneras: en bolsas para ir directamente a las heladeras de las carnicerías, escondidas en motores de vehículos, en los asientos de colectivos y tapados con colchones, debajo de los asientos, en las cajas de camionetas o camiones. En lo que va del año se han realizado 20 operativos, la mayoría entre Catriel, Barda del Medio y Roca.
Fuente: Diario de La Pampa.