MERCADO DE LINIERS
La apertura de los negocios en el último lunes de octubre, se efectuaron en base a una entrada con pobre volumen y carente de calidad. En este contexto los precios se ajustaron al tipo de animales que se ofrecieron.
En la ronda siguiente la entrada estuvo acorde a las necesidades de los operadores con relación a volumen, pero la calidad ofrecida estuvo dividida en animales de buena conformación y otros carentes de clase. Los negocios de esta etapa y a partir del escenario contado se realizaron con menor interés por parte de una demanda que mostró claramente un postura selectiva y de menor poder de compra.
En la tercera ronda de ventas, las lluvias intensas en la provincia de Buenos Aires y en toda la región limitaron la entrada en esta plaza ganadera. El desarrollo de las subastas se efectuó con una clara postura de selección por parte de operadores que sólo dejaron precios sostenidos en animales de mayor conformación y en toros, ya que el resto sufrió un claro retroceso de valores.
Al recinto de Mataderos llegaron 8.931 animales en 211 camiones para finalizar un nuevo ciclo comercial. A diferencia de lo sucedido en la semana, en esta oportunidad la demanda mostró mayor interés. El consumo liviano presentó mejoras sólo para los machos, terneros y novillitos con un crecimiento de sus precios en el orden de un 4% y un 3% respectivamente. Los novillos y vacas se comercializaron bajo un ambiente sostenido.
MERCADO DE GANADO ROSARIO
Luego de una entrada insuficiente como fue la del martes, la misma mejoró apenas en la etapa siguiente, los pocos 140 vacunos encontraron una postura activa por parte de la Industria Frigorífica que participó del negocio de manera activa cuando se ofrecieron los conjuntos de vacas y toros. El resto sólo empató los números de la semana pasada.
La última de las ruedas previstas para esta semana de negocios ofreció un volumen apenas superior a las 300 cabezas y en su mayoría la entrada estuvo compuesta por lotes de vacas, categoría que mostró a operadores con una clara postura compradora, dejando una subasta muy sólida. Otro fue el escenario para los animales livianos destinados al abasto local, estos renglones se vendieron con escaso interés.