La menor producción suma tensión al balance de trigo

Los eventos extraordinarios de la semana pasada recortaron nuevamente la expectativa de producción de trigo. Cuando el cultivo estaba prácticamente listo para la trilla, en Santa Fe llovió en 3 días lo que suele llover en 3 meses. Así, de una previsión de producción que al inicio de la campaña había arrancado en 21 millones de toneladas, esta semana GEA la recortó a 18,7 Mt.

Sumado a ello, el trigo almacenado que se trasladaría a la campaña 2018/19 se encuentra entre los niveles más bajos de la historia, sumando presión al balance. Con una oferta total que en este escenario estimamos en 19,3 Mt, sólo se sumarían 300.000 toneladas de trigo en relación a las disponibilidades del año pasado. En este marco, no quedaría demasiado margen para un salto significativo de las exportaciones, a pesar que ya se han comprometido ventas al exterior por 5,9 millones de toneladas, 4 veces lo pactado a la misma altura del año anterior.

 

Ante el compromiso de exportar casi 6 millones de toneladas, el sector ya ha originado la suficiente cantidad de grano como para cumplir lo pactado e incluso quedarse con un pequeño margen, ante la previsión que los precios puedan retomar a paso firme su tendencia alcista a mediano plazo. Según informa la Secretaría de Agroindustria, para el 14 de noviembre los exportadores llevan comprados 7,15 millones de toneladas de trigo nuevo, 1,5 veces lo originado a la misma altura del año anterior y el mayor registro de la historia para esta altura del año.
Al número anterior se le adiciona, además, compras del sector molinero por otras 422.000 toneladas, llevando el total comercializado a 7,6 millones de toneladas. En oposición a una oferta total de 19,3 Mt, ello significa que del trigo que recién empieza a cosecharse en Argentina y para toda una campaña comercial que formalmente no empieza hasta dentro de 10 días restan disponibles no más de 11,7 millones de toneladas, el menor volumen de los últimos 5 años. Incluso entonces, en la campaña 2013/14 cuando se contaba a mediados de noviembre con una disponibilidad de 11,3 millones de toneladas, la producción de trigo en Argentina era casi la mitad de lo que es hoy, unos 9,5 millones de toneladas.
Si comparamos el stock de trigo sin comercializar que hoy tenemos, 11,7 Mt, con las necesidades totales de consumo interno y externo para la campaña que se estiman en torno a los 19 millones de toneladas, tenemos que dicho inventario cubre apenas el 60% de la demanda estimada, el porcentaje más bajo al menos desde el año 2000 en adelante
Que haya menor disponibilidad de trigo en relación a las necesidades de consumo no sólo debe interpretarse como un factor de soporte para los precios en el futuro sino, sobre todo, como un elemento que potencia la volatilidad en el mercado. En cierta forma, lo guardado en silos equivale a ahorro de trigo en el país, y si esta salvaguarda es muy ajustada cualquier elemento que se aleje de las previsiones del mercado será susceptible de ocasionar fuertes variaciones en los precios, ya sean nuevos eventos climáticos que retrasen la zafra, problemas de calidad, o una demanda más robusta de lo esperado.
En tanto, la trilla en Argentina comienza a cobrar vigor en tanto lo permitan las condiciones climáticas. Como señal del vendaval que se viene, entre el martes y el jueves ingresaron más de mil camiones diarios cargados con trigo a las terminales del Gran Rosario, prácticamente el doble de lo que estaban entrando hasta la semana pasada. A medida que las condiciones lo permitan, se espera que las cosechadoras avancen con premura sobre la Región Núcleo para cumplir con un voluminoso programa de embarques que sólo hasta mediados de diciembre ya espera poder despachar cerca de medio millón de toneladas desde las terminales de nuestra región, casi un 40% más que lo comprometido a la misma altura del año anterior.
Bajo la expectativa de una campaña ajustada en términos de grano disponible, ya al día de hoy la curva de precios a futuro del trigo muestra una clara tendencia ascendente, tal como exhibe el gráfico adjunto. Partiendo de un valor de US$ 178/t o AR$ 6.586/t para el futuro con descarga en Rosario que vence este viernes 23, para la entrega en marzo el contrato en dólares ya exhibe un incremento del 10% a US$ 195,5/t mientras que en pesos, utilizando el tipo de cambio a dicho mes del contrato ROFEX, la suba alcanza el 27% hasta los AR$ 8.348/t. Con vistas a julio, a apenas 8 meses desde hoy, la suba del contrato en dólares resulta de nada menos que un 17% en tanto que en pesos el aumento alcanza el 51%, tasas muy atractivas si se las compara con las referencias en moneda local y extranjera del mercado, así como también en relación a la inflación esperada (según el REM del BCRA, para todo el año 2019 esta se ubicaría en torno al 27,8%.
A pesar de las señales alcistas para el mediano plazo, en lo inmediato las cotizaciones vienen sufriendo la presión bajista del ingreso de la cosecha nueva. En la semana, si bien los precios Cámara de trigo sufrieron un revés hasta el día martes, a partir de allí comenzaron a recuperarse hasta el cierre de la semana. Para las operaciones del día jueves, la referencia quedó en $ 6.290/t, casi $ 100/t por debajo de la semana anterior.  En el Mercado de Chicago, en tanto, las cotizaciones mostraron una ligera disminución en la semana ante el debilitamiento que mostró la demanda externa por grano estadounidense aunque la menor producción de Rusia en la actual campaña comercial, que se prevé en 15 Mt por debajo del ciclo previo, limita las pérdidas. Sucede que al verse comprometido el saldo exportable soviético, líder en el abastecimiento global de trigo, los exportadores de Estados Unidos confían en que la escasez del cereal ruso genere un aumento de la demanda de Norteamérica, lo que podría impulsar los precios en Chicago en los próximos meses.
Hasta el mes de octubre, las exportaciones de Rusia en la campaña 2018/19 (que va de julio de 2018 a junio de 2019) han tenido un gran dinamismo, manteniéndose por encima de las tres campañas anteriores, incluso a pesar de la caída en la producción. De este modo, el saldo exportable en Rusia se ha ajustado dramáticamente previéndose que desde noviembre y por lo que resta de la campaña, los despachos soviéticos se mantengan por debajo de la media.
Según información de Thomson Reuters, al 16 de noviembre se llevaban exportadas 17,12 Mt, un 10,9% por debajo de la campaña pasada, pero un contundente 31,3% por encima del promedio de las últimas tres. Considerando una producción estimada por el USDA de 70 Mt en 2018/19, se lleva exportado el 24,5% de la misma. En noviembre del año pasado se llevaba exportado el 22,6% del producto, y el promedio de las últimas tres campañas es del 18%, lo que refuerza la teoría de que los embarques desde Rusia podrían encontrarse con serias dificultades en los próximos meses. Para los casi 8 meses que restan de campaña, del pronóstico de 35 Mt que exportaría Rusia, según el último informe mensual de oferta y demanda del USDA, al país ex soviético todavía le restarían 17,88 Mt para ser exportadas desde ahora hasta junio del año próximo.
Pese a los problemas productivos que atravesó Rusia en la última campaña, como resultado directo de la sequía, el país tiene en mira seguir ampliando sus horizontes de exportación en los próximos años, disputándoles mercados a la Unión Europea y a Estados Unidos. Un informe de Thomson Reuters destaca que el precio del trigo ruso está particularmente bajo en dólares dados los reducidos costos de transporte (por la disminución del precio del petróleo) y la depreciación del rublo ruso en relación al dólar estadounidense. Con precios favorables, Rusia tiene en mira avanzar sobre los mercados de Irak, Arabia Saudita y Argelia, amenazando la posición de privilegio de Estados Unidos y la Unión Europea en estos mercados. Por último, este país se encuentra invirtiendo fuertemente en infraestructura, y espera para el año 2022 aumentar su capacidad total de exportación de granos en 25 Mt, a 77,7 millones de toneladas. Rusia parece haber llegado para quedarse entre los abastecedores líderes del trigo del mundo.
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Fuente: Franco Ramseyer-Emilse Terré BCR

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