Estrés calórico: el impacto de las altas temperaturas en los bovinos de leche

Infocampo trae toda la información, otorgada por profesionales del sector, acerca de la importancia de mantener estable a los animales, cómo detectar si están en estado crítico y cómo es el impacto en la producción.

SOLANA
SOMMANTICO
Todos los bovinos en producción necesitan mantenerse con una temperatura corporal óptima y no gastar demasiada energía en días de altas temperaturas y humedad, ya que sus funciones se verán reducidas provocando estrés en el animal.

Pero el problema, no es solo  por culpa de las condiciones climáticas sino también de nosotros, los humanos que no tenemos las herramientas o no llevamos a cabo las prácticas necesarias para mitigar el calor y proporcionar un ambiente saludable para el animal.

No se requiere de grandes inversiones para solucionar este problema, sino un buen manejo del rodeo, de las instalaciones, realizar buenas prácticas agropecuarias y la capacitación del personal encargado de los animales.

Sin embargo, la clave está en observar al animal, brindarle lo que necesita: mucha agua de buena calidad, ventilación y sombra básicamente.

En esta oportunidad, los profesionales Karina García, Laura Gastaldi, Jorge Ghiano, Jorge Domínguez, Nicolás Sosa, Federico Massoni, Emilio Walter, Mariano Ferreira y Miguel Tavernadel INTA Rafaela, mostraron información sobre esta situación que se vive en los tambos.

LA VACA Y LA TEMPERATURA CORPORAL

El bovino debe mantener su temperatura corporal dentro de un intervalo muy acotado, independientemente de la cantidad de calor que ella misma genere y de las condiciones ambientales, según indica los profesionales.

En bovinos de leche, el rango normal de temperatura corporal se ubica en 38,6 ± 1,2ºC. Esta condición (homeotermia) es esencial para que el conjunto de funciones fisiológicas y reacciones metabólicas se desarrollen en forma óptima

Según el informe, la energía ingerida por la vaca, más la eventualmente movilizada y catabolizada, se puede encontrar posteriormente transformada en diferentes fracciones:

• Pérdidas en heces, orina y metano.

• Utilizada en funciones vitales.

• Utilizada en la producción de leche y tejidos durante la gestación.

• Transformada en calor (fermentación de alimentos, actividad muscular, utilización metabólica de nutrientes).

Para mantener su temperatura corporal, el animal debe disipar el calor. Los mecanismos utilizados para este fin son: la evaporación (transpiración y respiración), la radiación, la conducción y la convección.

Según indicaron los especialistas, estos tres últimos se producen cuando la temperatura superficial del animal es superior a la del ambiente. Generalmente, la evaporación es el mecanismo predominante.

ESTRÉS

Ante un aumento de la temperatura ambiente, la vaca trata inicialmente de incrementar la eliminación de calor por vasodilatación subcutánea y evaporación de agua a nivel respiratorio. Si esto no fuera suficiente, continúa minimizando sus desplazamientos y, por último, disminuyendo la ingestión de alimentos.

En este marco, a partir de una cierta temperatura ambiente, la vaca no podrá mantener más su homeostasis y se considera que el animal ingresó a un estado de estrés calórico. A la temperatura ambiente en la que se produce esta situación, se la denomina temperatura crítica superior.

Ésta varía por múltiples factores:

• Edad del animal y peso vivo: los mecanismos de regulación se adquieren progresivamente con la edad. Por lo tanto, los terneros y animales jóvenes son mucho más sensibles que los adultos.

• Producción de leche: en vacas de alta producción, la temperatura crítica superior es más baja que en vacas de menor potencial. Las que más producen generan más calor interno explicado por un mayor consumo de alimentos.

Cabe destacar que las vacas en ordeñe son más susceptibles al estrés calórico que las vacas secas, debido al mayor calor metabólico generado durante la lactancia.

SIGNOS QUE INDICAN EL ESTADO DE ESTRÉS

Para establecer un rápido diagnóstico sobre el estado de estrés calórico, estos son los signos asociados al comportamiento de las vacas:

• Aumento del ritmo respiratorio (más de 80 pulsaciones por minuto, normal= 35-50 por minuto).

• Incremento de la temperatura corporal (> 39ºC).

• Respiración rápida con la boca abierta.

• La lengua cuelga de la boca.

• Excesiva salivación y pérdida de saliva por la boca.

• Disminución de la rumia.

• Descenso de la actividad corporal.

• Incremento de la ingesta de agua.

• Reducción del consumo de MS.

Por este motivo, los principales efectos del estrés calórico repercuten sobre el consumo y la nutrición, la fertilidad y la producción.

IMPACTO SOBRE EL CONSUMO DE MATERIA SECA Y LA NUTRICIÓN

• Utilización de entre el 20 y el 30% más de energía de mantenimiento para compensar el esfuerzo de permanecer aclimatadas.

• Disminución del consumo de materia seca de entre el 10 y 20%, dependiendo de la duración del estrés calórico.

• Disminución de la rumia.

• Disminución de la digestión y absorción de nutrientes del alimento.

IMPACTO EN LA FERTILIDAD

• Disminución de la tasa de concepción.

• Aumento del peligro de muerte de embriones.

• Disminución del peso al nacer y viabilidad de los terneros

IMPACTO EN LA PRODUCCIÓN DE LECHE

• Disminución de la producción de entre el 10 y el 25% en condiciones de alto estrés térmico y del 40% en circunstancias extremas.

• Disminución de la concentración de proteína y materia grasa de la leche.

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