El precio de la carne subiría 30% y los cortes de pulpa se irían a $ 300 el kilo

Aumento en el valor de la hacieNDA.

Es por el fuerte aumento en el valor de la hacienda y en los gastos de los frigoríficos. Durante 2018, subió unos puntos menos que la inflación.

Cortes más caros. Los precios de la carne vacuna se incrementarán la semana próxima por un combo de problemas estacionales y de producción. (Pedro Castillo)

La carne vacuna, el alimento de mayor preferencia por los argentinos, va camino a un nuevo y significativo aumento de su precio en el mostrador.

El fuerte incremento reflejado durante enero por la cotización de la hacienda en pie y la suba de costos en general que afronta la industria frigorífica hacen presumir que la actualización del precio de la carne rondaría el 30 por ciento, según proyectan frigoríficos y abastecedores. Algunos aseguran, inclusive, que el reajuste podría ser mayor.

De esta manera, advierten que en los próximos días cortes como las pulpas (nalga o cuadril) de ternera o novillito, los animales más demandados, puedan llegar a superar los 300 pesos el kilo. En algunas grandes bocas minoristas esos valores ya figuraban en las pizarras.

Durante enero, la recuperación que mostró el precio de la hacienda hizo que los valores mayoristas (el de la media res que compra el carnicero para la venta) tuvieran un ajuste de hasta 30 por ciento. En muchos casos, y a la espera de que el alza en la hacienda fuera circunstancial, los aumentos fueron absorbidos en parte por el canal minorista.

Sin embargo, en la última semana, la fuerte actualización que tuvo el precio de la hacienda llegó para quedarse, en un contexto de escasa oferta. Como referencia, el lunes pasado en el remate realizado en la Sociedad Rural de Jesús María, los precios de los novillitos de entre 300 y 350 kilos subieron 26 por ciento, mientras que los de la vaquillona se ajustaron 36 por ciento. «Estos aumentos ya van a ser imposibles de absorber», advierten los abastecedores.

COSTOS DE FAENA

Mientras tanto, los frigoríficos han arrancado el año con aumento en los costos. Industriales consultados manifiestan que las mayores erogaciones, vinculadas al pago de tasas del Senasa y a la baja en el precio de los productos del recupero de la faena -en especial el cuero-, derivarán en un incremento en el valor de los servicios de faena que les cobran a matarifes y abastecedores. Si bien afirman que el aumento no será tan significativo como el de la hacienda, seguramente rondará 20 por ciento.

En diciembre, un relevamiento realizado en la ciudad de Córdoba por el Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), sobre 80 bocas minoristas, mostró que durante 2018 el precio de la carne al mostrador subió 40,6 por ciento, por debajo del 47,6 que marcó el índice de inflación. Hay que tener en cuenta que, en ese mismo período, la hacienda en pie había tenido un aumento inferior, por debajo del 40 por ciento.

De enero de 2018 a enero 2019, los cortes de carne vacuna aumentaron 57,5 por ciento, según el relevamiento mensual de precios en supermercados que realiza La Voz.

Para 2019, las proyecciones del movimiento Crea, que agrupa a los productores ganaderos más eficientes del país, son que la oferta de hacienda va a ser menor a la del año pasado y que el consumo interno se ubicaría por debajo de los 54 kilos por habitante al año. Con las exportaciones traccionando una mayor demanda, se espera que durante el año los precios ganaderos tengan un reajuste por encima de la inflación.

EL CUERO, OTRO PROBLEMA

En un contexto de costos crecientes, los frigoríficos advierten sobre la fuerte caída que muestra desde hace ya un tiempo la cotización del cuero.

Se trata de un producto que en su momento permitió afrontar con su comercialización el costo que significaban los servicios de faena.

Pero, en los últimos cuatro años, su valor se vino a pique. En enero de 2015, y según datos del mercado regional, el precio del cuero era de 1,50 dólar el kilo, mientras que en la última semana de enero su valor fue de 24 centavos de dólar. Acumula una caída de 84 por ciento.

En algunos lugares, las curtiembres no retiran los cueros, lo que obliga a los frigoríficos a realizar erogaciones adicionales para su disposición sanitaria.

LOS SÚPER ADELANTAN QUE VAN A AUMENTAR UN 20%

Desde la Cámara de Supermercados sostuvieron que durante los últimos días la carne llegó con un aumento, y que en los próximos días llegará otro, de entre el 20 y el 25 por ciento, que impactará fuertemente en el mostrador.

«Durante el año 2018, el rubro carne no se destacó sobre el resto por los aumentos. El precio estaba retraído comparativamente con el proceso inflacionario que hubo», aclaró el presidente de la entidad, Víctor Palpacelli.

Además, detalló que, al ser productos que representan un costo importante, creen que muchos compradores migrarán al arroz, los fideos y las harinas.

«LA GENTE CAMBIA MUCHO POR EL CERDO»

En Locos por la Carne, las paredes están cubiertas de afiches con diferentes bolsones que permiten hacer frente a la suba comprando en variada cantidad. Sin embargo sus dueños aclaran que es muy difícil que los kilos que se llevan los clientes no desciendan ante las subas y que la gente suele cambiar sus hábitos hasta que termina aceptando el nuevo valor.

«Cuando se dan estos aumentos tan fuertes, se nota que muchos cambian al cerdo, porque es enorme la diferencia. Para el mismo corte, o algo parecido, son 100 pesos los que te ahorrás. También se ve algo parecido con el pollo, pero no tanto», explicó Emanuel Pereyra, uno de los dueños del local.

Los incrementos los sienten tanto los clientes como los propietarios, quienes lo notan en las unidades vendidas.

«El consumo es claramente menor cuando se va arriba el precio; antes de pedirte la carne te cuentan la plata arriba del mostrador para ver qué se llevan. La gente te pega el tirón de oreja cuando aumentás, pero tenés que hacerlo. El mes pasado no se sintió tanto el cambio, pero ahora nos bajaron la media red con una suba del 30 por ciento. Pasó de costar 97 pesos el kilo a 125 o 130», agregó su socio, Hugo Llanes.

«DESAPAREZCO SI NO ACTUALIZO VALORES»

Con la pizarra a la vista de cada persona que entra a su local de Monseñor Pablo Cabrera, Adolfo Díaz no oculta las subas que debió realizar el rubro en los últimos días, y que va a tener que seguir realizando progresivamente.

A principios de 2018, su corte más caro rondaba los 175 pesos, mientras que hoy está en 260, un aumento cercano al 50%. Y ya fue anoticiado por su proveedor de que deberá realizar otra actualización. «Ya me avisaron que se viene un aumento. Por suerte, mi abastecedor, si viene con una suba fuerte, me lo hace por etapas. De cinco, ocho y así hasta cubrir el total. Pero pega, loco, no sabés cómo manejar los números, porque recibís un aumento, cambias la pizarra, y ese mismo día recibís otro aumento», indicó Adolfo.

«La gente lo nota, se da cuenta cómo suben los cortes y te dicen ‘pero cómo sale tanto si ayer lo tenías a tanto’ o te dicen que le aflojes un poco con los precios, pero si yo le aflojo como me piden en tres meses no tengo más la carnicería, desaparezco», aclaró.

Con tal inestabilidad, la pizarra apenas dura 48 o 72 horas con los mismos valores. La suba la «desparrama» en tres días.

«Tengo colegas que se fueron de vacaciones pagando 108 pesos el kilo y volvieron esta semana, después de 15 días, y les cobran 128. Veinte pesos es mucho, se siente y duele, a nosotros y al cliente, porque son 40 mangos en el mostrador», añadió. No obstante, su principal preocupación son las unidades perdidas. Según calcula, en un año perdió el 30% de ventas, en gran parte porque mucha gente ya no está dispuesta a pagar el precio que tiene la carne y no cambia por cortes más económicos, sino que baja la cantidad de kilos que compra.

FUENTE: lavoz.com.ar

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