Infocampo entrevistó a Enrique Soto, presidente de La Agroapícola, que agrupa a productores bonaerenses que se preparan para realizar la primera exportación.Por Marina FriedlanderEl pasado 19 de marzo, la Secretaría de Agroindustria confirmó la firma del convenio con China para iniciar las exportaciones de miel a ese mercado, que pese a ser un gran productor cuenta con un segmento de unas 300 millones de personas que adquieren mieles importadas de alto valor.
Pero la historia detrás del acuerdo tiene como protagonista a la cooperativa La Agroapícola, que inició hace unos años las negociaciones con el objetivo final de proveerle miel natural al gigante asiático. Todo comenzó con una visita que realizó en 2017 un ciudadano chino a la planta fraccionadora que poseen en Exaltación de la Cruz; siguió el año pasado con la asistencia de los productores a una feria en Chengdu junto a socios de Mar del Plata,y llegó al presente con la posibilidad concreta de desembarcar con el producto argentino en China, aunque todavía faltan revisar partes del acuerdo y terminar de acondicionar el establecimiento para la habilitación definitiva por parte del Senasa.
Para conocer más detalles de las negociaciones, Infocampo fue hasta el complejo industrial Nogalis, donde se ubica la planta, y conversó con Enrique Soto, presidente de La Agroapícola, quien contó cómo fue el proceso para llegar hasta la actualidad.
“Para nosotros es un gran desafío y nos preparamos para esto. China quiere consumir miel natural, alimentos sanos. Hay, en este sentido, una queja mundial, porque ellos fabrican miel hecha a base de jarabe de arroz, que es muy parecida y además tiene un costo de US$ 1,80 versus US$ 2,60, que es el valor de la miel natural. Europa tiene una gran pelea para diferenciar esa miel, y busca que sus consumidores consuman el producto natural. En China no hay abejas en un campo, simplemente se fabrica. Eso complica al mercado, a los exportadores que siempre vendieron a granel y hoy en día venden menos, tanto Argentina, como Uruguay o países de la región”, explicó Soto, en un panorama general del sector a nivel mundial.
La condición de China para ingresar a su mercado es que el producto sea libre de OGM. Por eso, La Agroapícola elaboró un mapa para mostrar dónde hay menos OGM en la provincia de Buenos Aires. “Una de esas regiones es la Cuenca del Salado, donde convive mayoritariamente la ganadería. Encaramos por ese lado, y tenemos una cooperativa que se sumará para exportar, dado que aplican buenas prácticas”, resaltó Soto.
En cuanto a las expectativas de facturación una vez abierto el mercado, el directivo aseguró que “son muy buenas”. “El chino que nos visitó nos dijo que primero serían uno o dos contenedores, y después, muchos. China hoy consume 6.000 toneladas de miel, de las cuales el 64% lo trae de Nueva Zelandia; el 11%, de Australia; el 5%, de Tailandia; el 3%, de Alemania y el 2% de Rusia. Después queda el otros, que es el 16%: ahí entraríamos nosotros. Empezaríamos por Shanghái“, contó.
El arancel de ingreso de China es del 15%. En cuanto a precios, el promedio por kilo allí es de US$ 12,5.