La principal problemática que atraviesan los productores de granos de la zona núcleo es la que está relacionada con las malezas. Hoy más que nunca. Sin ser un halcón, desde la ruta misma se ven sobresalir plantas de yuyo colorado o rama negra por sobre la soja.
La presencia de estas malezas, como de otras no menos importantes, es el emergente de un problema mayor que tiene la producción agropecuaria nacional: el creciente número de malezas con resistencia y/o tolerancia al glifosato y a otros herbicidas. En el fondo subyace una cuestión importante; la pérdida en pocos años de una tecnología de punta como es de la resistencia al glifosato (RR).
ALGO DE HISTORIA
Un informe del INTA 9 de Julio consigna que en la historia de la agricultura pampeana, los métodos mecánicos de control de malezas fueron cediendo espacio a los controles químicos. A mediados del siglo pasado, con la difusión del 2,4D (herbicida hormonal) fue el primer paso para un ahorro importante de labores en los cultivos predominantes (principalmente gramíneas). Probablemente ahí comenzó la presión de selección sobre un tipo de malezas.
En los inicios de los 90´s comenzó un modelo de producción simplificado que sumado a los precios internacionales muy favorables de la oleaginosa, políticas públicas nacionales que desalentaban la producción de trigo y maíz, hicieron que la soja se expandiera en forma explosiva, trascendiendo la región típica agrícola pampeana.
Con la adopción de la siembra directa, el costo de las labores se reduce significativamente a un tercio aunque en la actualidad vuelve a crecer por el número creciente de aplicaciones para controlar la compleja situación actual de malezas.
En el siguiente gráfico, los costos totales en qq/ha incluyen los gastos de labores y herbicidas en cada caso. Se utilizaron los costos en dólares (U$S) de cada momento y a fin de poder comparar cada uno de estos momentos históricos.
¿QUÉ HACER?
Las conclusiones que sacan los especialistas del INTA 9 de Julio, estipulan que esto debería ser un llamado de atención para los involucrados en la producción agropecuaria. El modelo de agricultura cuasi rutinaria, con recetas prestablecidas, ha conducido a la pérdida en pocos años detecnologías de última generación, como en su momento resultó ser la RR. No sólo se ha perdido en gran parte la eficacia de este producto de la biotecnología referido al control de malezas, sino también hay evidencias comprobadas que ocurre algo similar con la tecnología Bt, con la consecuente pérdida de rendimiento por lepidópteros y la probable necesidad de volver a tener que usar insecticidas. Hoy la sociedad y el mundo demandan una producción agropecuaria más amigable con el medio ambiente. Es imperioso volver a la Agronomía.
El control de malezas debe ser un manejo integral, en base a cada circunstancia y no aplicar recetas prestablecidas. Es necesario el empleo de prácticas como los cultivos de cobertura, las rotaciones con especies de crecimiento invernal, los monitoreos responsables, controles oportunos, limpieza de maquinarias, etc. El enfoque agroecológico que viene despertando creciente interés, se basa en estas cuestiones y utilizando los fitosanitarios en las circunstancias necesarias. De seguir como en la actualidad, perderemos las tecnologías de punta con mucha rapidez y necesitaremos cada vez más insumos para seguir produciendo, con costos crecientes.