Según un estudio del Inta Manfredi, la conversión en carne es similar a la que se logra con picado de maíz.
En ensayo elaborado por el equipo de forrajes conservados del Inta Manfredi determinó que con ensilajes de sorgo es posible lograr rendimientos, calidades y respuesta animal similares a las que se obtienen con maíz.
Este tema será uno de los que se presentará durante la 10ª Jornada Nacional de Forrajes Conservados que se llevará a cabo el 8 de mayo en las instalaciones de la estación experimental cordobesa.
La evaluación contempló a dos híbridos de sorgo, uno granífero y el otro silero, con características y aptitudes para ser usados para la producción de ensilajes. Y se los comparó con tres híbridos comerciales sileros de maíz.
Los materiales se sembraron aleatoriamente en parcelas de tres hectáreas cada una que, en el estado de madurez de grano pastoso (120 días después de la siembra), se picaron y se almacenaron en silo bolsas.
Se determinó la producción de kilogramos de materia seca por hectárea y el porcentaje de las fracciones hoja, tallo y grano. Para establecer el valor nutritivo de los materiales al momento de picado y en la apertura de los silos se estimó la digestibilidad y la concentración energética.
Nutrición
El ensayo continuó con una evaluación de la respuesta animal, con novillos Aberdeen Angus alimentados en corrales con sorgo silero (SSIP), sorgo granífero (SIB) y maíz (M). Para todos los casos se formularon dietas isoproteicas suministradas una vez al día.
El peso inicial de los animales fue de 180 kilos. Durante un período experimental de 109 días se realizaron cuatro pesadas sin desbaste, separadas entre sí por 30 días, y se calculó el aumento diario de peso vivo de todo el periodo por regresión lineal simple. El consumo de alimento se midió en tres períodos, una vez por mes, durante cinco días consecutivos en cada uno de ellos, mediante la diferencia de peso entre el suministro y el remanente en los comederos a las 24 horas. En base a esas determinaciones se calculó la eficiencia de conversión del alimento.
En cuanto a los resultados, el aporte de materia seca por hectárea mostró diferencias significativas: el sorgo silero arrojó 22.714 kilos, más que el granífero (18.096) y el maíz (19.356).
Sin embargo, el consumo, aumento diario de peso vivo y conversión de alimento en carne fueron mayores y similares para los tratamientos con maíz y sorgo granífero. “La conversión de kilos de ensilaje en kilos de aumento diario de peso vivo mantuvo las diferencias a favor de los tratamientos M y SIB”, indica la investigación.
De acuerdo con el estudio, la mayor proporción de grano en el ensilaje del sorgo granífero y su calidad (blanco bajo tanino), permitió obtener un alimento de un valor nutritivo similar al de maíz y una misma respuesta animal. En cambio, el mayor rendimiento total del sorgo silero diluyó su cantidad de grano y su alto contenido de taninos posiblemente afectó su degradabilidad ruminal.