Hoy alcanza más de 3,6 millones de hectáreas en el país, con un incremento del 18% en su producción e incluyendo a 1.366 establecimientos. Se destaca un importante crecimiento en el rubro ganadería.
Así lo confirmó el “Informe sobre la Situación de la Producción Orgánica en la Argentina durante el año 2018” del Senasa, que describe la producción orgánica en todo el territorio nacional.
El mismo subraya que Argentina continúa expandiendo la superficie dedicada a la producción orgánica –alcanza más de 3,6 millones de hectáreas–, al igual que sus unidades productivas bajo seguimiento con un incremento del 18% que representa 1.366 establecimientos, según datos que surgen del sistema de control de las entidades certificadoras habilitadas por el Senasa. La superficie orgánica cosechada aumentó un 5% con respecto al año anterior –superando las 80,8 mil hectáreas– donde se destacan los cultivos industriales y los cereales y oleaginosas con un crecimiento del 12%. La superficie dedicada a ganadería orgánica aumentó un 14%, y se incrementó la población de bovinos (8%) y ovinos (22%). En total, el rubro ganadería cubre 3.399.887 ha de producción orgánica. El 92% de la misma corresponde a la producción ovina orgánica en Patagonia, que es la actividad que registró dicho crecimiento. El 97% de la superficie ganadera orgánica bajo seguimiento se concentra en las provincias de Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Río Negro. En Chubut y Santa Cruz es donde se registraron los mayores aumentos de superficie (24% y 10%). Si bien la actividad bovina orgánica participa con el 7% de la superficie ganadera, se destaca principalmente por la asignación de mayor superficie, a la actividad de cría. El informe destaca también un gran crecimiento en colmenas bajo seguimiento, con un aumento del 75%, respecto del año 2017. El principal destino es la exportación a los Estados Unidos y la Unión Europea; sin embargo, se observa un crecimiento del 60% a otros destinos, entre los que se destacan Canadá, Ecuador y Perú. El Senasa es el encargado de habilitar y auditar entidades certificadoras para el control de los operadores –que producen, elaboran y comercializan los productos orgánicos–, y brindar transparencia al momento de certificar las exportaciones. |
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