Debido a las condiciones meteorológicas registradas, se retrasó la cosecha de muchos lotes de soja en el sudoeste chaqueño resultando en una pérdida de calidad de los granos con el consecuente castigo comercial. Esta soja dañada de menor valor comercial puede funcionar como una alternativa para ser utilizada en alimentación de bovinos, pero deben tener en cuenta dos aspectos:
- 1-Modificación de la calidad nutricional
- 2- Presencia de sustancias toxicas.
- Modificación de la calidad nutricional La información respecto a la variación de la calidad es contradictoria. Fernández Mayer observó un incremento porcentual en la cantidad de proteína (29,5-31,9 a 31,4-38,4% sobre base seca) y de la materia grasa (18,9-21,6 a 19,7-22,5% sobre base seca), lo que se debería a la disminución de la fracción de carbohidratos. En cambio, otros trabajos (NRC entre otros) señalan que disminuye la proteína y los carbohidratos, con aumento de materia grasa y cenizas. RESUMIENDO, A LOS FINES PRÁCTICOS, LA CONCENTRACION DE PROTEINA Y MATERIA GRASA NO DIFIEREN MUCHO DE LA SOJA COMERCIAL
- 2- Presencia de micotoxinas Las micotoxinas son metabolitos secundarios producidos por algunos hongos en determinadas condiciones que pueden provocas enfermedades crónicas o agudas en animales y humanos. La existencia de hongos no siempre implica la presencia de micotoxinas, y paralelamente la no observación visual de hongos, no garantiza la inexistencia de micotoxinas.
Las micotoxinas son muy estables. Dado que no existen procedimientos eficientes de descontaminación, la mayoría de las micotoxinas presentes en el cultivo en el momento de la cosecha llegarán a la dieta final del animal, cuando consuma el alimento. Las micotoxinas se depositan en los tejidos, cuando esta acumulación alcanza ciertos niveles, produce efectos crónicos. Este proceso lleva tiempo.
-Los rumiantes son globalmente más resistentes que los monogástricos a la mayoría de las micotoxinas debido al rol detoxificante (filtro) de la población microbiana del rumen.
– Los animales jóvenes son más sensibles que los adultos.
En trabajos realizados en Entre Ríos y Santa Fe sobre sojas dañadas, no se encontraron cambios en los niveles de la mayoría de las micotoxinas. Solamente Zearalenona (Zea) aumentó por encima de los niveles máximos. Sin embargo, si la soja dañada sólo se utiliza en raciones como un ingrediente que participa al 10-15 % de la misma, los niveles de Zea quedan dentro de límites aceptables. Este es el caso siempre que los demás alimentos no estén contaminados. Es importante considerar que entre las distintas toxinas existen efectos sinérgicos que potencian el daño.
Observación: Es muy importante considerar las condiciones de almacenamiento de los granos, ya que la presencia de humedad en silos y bolsas puede promover el desarrollo de hongo que terminen generando niveles de contaminación que al momento de cosecha no existían.
Análisis realizados mostrarían que la micotoxina que aumenta en mayor medida es la ZEARALENONA, la cual bovinos tiene menos importancia que en otras especies como el ovino. Afecta más los aspectos reproductivos de la hembra y es la responsable de dar falsos positivos al uso ZERANOL. Todo esto tendría poca importancia en una alimentación más enfocada a sobrevivencia o mantenimiento.