La región CREA Sudoeste es una de las más afectadas por las restricciones hídricas ocurridas en el presente año en buena parte del sector sur de la zona pampeana argentina.
En la misma se esperan rendimientos de trigo 53% menores a los previstos inicialmente, mientras que en el caso de la cebada tal reducción es del 42%, según datos relevados por la Encuesta SEA de CREA realizada en el pasado mes de noviembre. Ambos cultivos constituyen en la región una proporción considerable del ingreso agrícola.
La magnitud de la restricción hídrica fue moderada en la franja norte y este de la región (Olavarría, Huanguelén, Laprida y Benito Juárez), importante en el centro y oeste (Gral. Lamadrid, Cnel. Suárez y Carhué) y muy severa en el sur (Cnel. Pringles y Saavedra).
En el sector sur de la zona Sudoeste durante los primeros once meses de 2019 las precipitaciones acumuladas apenas superaron los 350 milímetros, una cifra que representa menos de la mitad del promedio histórico. Adicionalmente se registraron temperaturas inferiores a las normales con una elevada frecuencia de heladas extremas.
Los sistemas ganaderos de base pastoril, tanto en cría como en invernada, vieron fuertemente restringida su producción forrajera. “Bajos naturales, campos de sierras y praderas implantadas, así como verdeos de invierno, tuvieron una merma en su producción de 20% a 60% respecto del promedio histórico, lo que afectó la cadena forrajera otoño-invierno-primaveral de manera drástica”, explicó Agustín Giorno, coordinador técnico del Grupo de Experimentación Agropecuaria de la región CREA Sudoeste (GEASO).
“Las empresas se vieron obligadas a tomar diversas medidas que apuntaron a no comprometer la productividad futura de los rodeos, pero a costa de un incremento de costos, tales como protocolos de Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF), destetes anticipados, precoces e hiperprecoces y suplementación de rodeos de vacas en lo que respecta a cría, mientras que en engorde se aplicó suplementación invernal, encierres anticipados o bien ventas de novillitos y vaquillonas no previstas en la actividad”, añadió.
En cuanto a los cultivos de verano, las escasas o nulas reservas de agua en el perfil generaron un atraso generalizado en las siembras y condiciones de implantación adversas en aquellos lotes que se lograron sembrar en fecha.
Fuente: CREA