Rizobacter quiere cruzar el Atlántico

Con una inversión de un millón de euros, la empresa inició el proceso para registrar su biofungicida –único en el mundo– en Europa. La aprobación podría tardar hasta cuatro años.

Favio Ré

En un contexto global en el que los consumidores demandan alimentos producidos en condiciones sustentables, con bajo impacto en el ambiente y el menor uso de fitosanitarios, los productos biológicos son una oportunidad.

Desde la empresa argentina Rizobacter son conscientes de este contexto y por eso iniciaron una apuesta fuerte: llevar su biofungicida Rizoderma a Europa.

“Hace seis meses iniciamos el proceso para registrarlo en la Unión Europea, algo que calculamos nos va a llevar entre tres o cuatro años, debido a la cantidad y complejidad de la información que hay que presentar”, comentó a Agrovoz Ricardo Yapur, presidente de Rizobacter, durante la realización de Expoagro.

 

Tan solo este proceso administrativo significa para la empresa –cuya mayoría accionaria pertenece a Bioceres–, una inversión de un millón de euros (70 millones de pesos a valores de ayer). “Es una apuesta fuerte, apalancada en que, para nosotros, el mercado europeo es clave, debido a que está demandando cada vez más productos biológicos”, continuó Yapur.

Rizoderma es un biofungicida elaborado en base al hongo Trichoderma, y que es capaz de controlar los perjuicios que provocan la mayoría de los patógenos que suelen afectar a trigo y a soja. “Reemplaza a cualquier fungicida químico”, resumió Yapur.

Inscripto ya en Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y con el trámite iniciado en Brasil, es un producto único a nivel mundial que Rizobacter desarrolló en conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta).

“El Inta tenía 132 cepas de este hongo, las tomamos y probamos cuáles eran las que mejor funcionaban a campo y después las que tenían mejor performance industrial. Después de ese filtro, nos quedamos con algunas que son las que hoy introducimos en el producto”, explicó Yapur.

Generación antisequía

El presidente de Rizobacter formuló estas declaraciones en el marco de Expoagro, donde la firma con sede en Pergamino estuvo presentando junto a Bioceres la propuesta “Generación HB4”.

Esa sigla es la denominación del gen que le confiere tolerancia a condiciones de estrés hídrico y salinidad a semillas de soja y de trigo, y que es propiedad de Bioceres.

En este caso, “Generación HB4” es un programa que invita a productores a probar un paquete de soluciones con esta biotecnología, compuesto por esa genética y por toda la paleta de biofungicidas, biofertilizantes, nutrientes químicos y tensioactivos de Rizobacter.

Gerónimo Watson, director de Tecnologías de Bioceres, explicó que es un sistema de producción agrícola que apunta a que los productores puedan escalar la tecnología, única en el mundo, ofreciendo beneficios económicos.

“Es una propuesta de vinculación y producción orientada a agricultores ávidos de innovación y comprometidos con las buenas prácticas, desarrollada para maximizar los rindes y reducir la huella de carbono”, sintetizó Watson.

El programa se ejecutará a través de un esquema asociativo, en el que las empresas aportarán los insumos de alto valor tecnológico, mientras que los productores tendrán a su cargo el servicio de producción de las semillas.

En este contexto, Watson hizo hincapié en el aspecto ambiental con el que nace esta iniciativa. “Surge de la necesidad de producir cuidando todavía más nuestro suelo, en función de un contexto climático cada vez más hostil y de demandas sociales más exigentes, pero sin descuidar la productividad y el rendimiento”, subrayó.

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