El continuo desplome del petróleo es un problema grave para los biocombustibles.
Los efectos de la recesión económica mundial, como consecuencia de las acciones impuestas en todos los países del mundo para controlar la expansión del coronavirus, siguen impactando en el normal de desarrollo de los mercados. Además de generar fuertes caídas en el consumo de bienes y servicios.
Veamos el caso de la demanda de etanol en los Estados Unidos que, como consecuencia de las restricciones al tránsito vehicular para controlar la pandemia, tiene fuerte caída en su producción.
Los estadounidenses destinan 135 millones de toneladas de maíz, equivalente al 35 por ciento de su producción total, para convertir en etanol y mezclar con las naftas.
Sucede que el precio del barril del petróleo se desplomó en estas últimas semanas, por la disputa entre Estados Unidos, Rusia y los países árabes para lograr una reducción de 10 millones de barriles diarios de producción y evitar el colapso en los precios.
Esta situación provocó la fuerte baja durante esta semana del valor del barril que, con 15 dólares, llegó a los mínimos en décadas.
La caída del consumo de combustibles arrastró, como era de prever, a la demanda de etanol; de ahí la reacción bajista del maíz en Chicago en estas últimas semanas.
Con los tanques de almacenamiento al tope, la producción semanal de etanol en Estados Unidos llegó a los mínimos de los últimos 20 años, y 50 por ciento de las plantas están virtualmente paralizadas. La gran duda es saber hasta cuándo seguirá esta tendencia. De consolidarse la crisis, existe el gran riesgo que la fuerte baja en el consumo de maíz para producir etanol impacte en un nivel de sobre oferta de maíz estadounidense para exportar.
A esta posibilidad se le debe agregar la fuerte intención de siembra de los farmers de 39,2 millones de hectáreas para la campaña 2020/2021, con lo que recuperarían casi tres millones de hectáreas que no se pudieron sembrar en el ciclo anterior por cuestiones climáticas.
Esto provocaría una baja adicional en los precios del maíz en Chicago, lo que afectaría a los países exportadores, entre los que Argentina ocupa el tercer puesto en el ranking mundial.
Las nevadas de comienzos de primavera sobre el cinturón maicero estadounidense demoran las siembras y de continuar las bajas temperaturas pueden llegar a impactar en el área final.
Mientras tanto, en Argentina, a pesar de la fuerte baja en el precio internacional del petróleo, los precios en el surtidor siguen en el mismo nivel previo a la baja. La cuarentena y las restricciones al tránsito provocaron una fuerte disminución en el consumo de naftas y en consecuencia de etanol, que tiene a Córdoba como la principal aportante nacional.