En el centro y sur de Santa Fe se encuentran decisiones de sembrar lo mismo o hasta un 10% más, pero son las menos y no alcanzan para inclinar la balanza favorablemente.
En el noreste bonaerense comentan que no hay entusiasmo y anticipan una baja más moderada, pero el doble cultivo le hace sombra y puede quitarle hectáreas al maíz. Hacia el noroeste bonaerense, como en Lincoln, explican: «aquí influye mucho el costo del flete en los márgenes» y estiman una baja de un 10%. A pocos kilómetros en General Pinto hablan de bajas de hasta un 30% y explican que hubo una suba de entre un 15 y un 20% en el precio de los fertilizantes.
En Córdoba quieren mantener al cultivo en las rotaciones sembrando la misma cantidad de hectáreas que el año pasado, pero también manifiestan el nivel de alta incertidumbre. Advierten que puede caer el área de los maíces tardíos y de segunda. Aunque algunos manifiestan que es una incógnita el nivel de tecnología que se va a aplicar, los que están decididos cubrirán los requerimientos totales del cultivo.