Las provincias donde la organización ecologista realizó el monitoreo satelital son Santiago del Estero (15.157 hectáreas deforestadas), Salta (9.241 hectáreas),Formosa (8.842 hectáreas), y Chaco (5.612 hectáreas), «ya que concentran el 80% de los desmontes del país, por el avance de la frontera agropecuaria para soja y ganadería».
«Es sumamente grave que, a pesar de la pandemia y de la cuarentena, esten deforestando más que el año pasado. Queda en evidencia la impunidad de grandes empresarios agropecuarios y la complicidad de los gobiernos provinciales en este crimen ambiental», afirmó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de la entidad.
Greenpeace reveló que «sólo durante el aislamiento social preventivo y obligatorio se desmontaron 21.275 hectáreas, una superficie equivalente a la de la ciudad de Buenos Aires».
«Más desmontes significan más enfermedades, más inundaciones, más desalojos de comunidades campesinas e indígenas, y más desaparición de especies en peligro de extinción. Es inaceptable que se siga desmontando», advirtió Giardini. La organización reclama a los gobernadores de las provincias del norte argentino, incluido el Chaco, que decreten la emergencia forestal y prohíban los desmontes.