Por lo general las cáscaras de los huevos que usamos en la cocina acaban en el cubo de la basura. Pero las cáscaras de huevo se pueden usar en el jardín de diferentes formas y para distintos cometidos. Las cáscaras de huevo son puro calcio y además son biodegradables. A continuación veremos cinco maneras de usar las cáscaras de huevo en nuestro jardín.
1.- Semillero biodegradable
Tan fácil como guardar las cáscaras lo más enteras posible, con la mitad de una nos basta, rellenarlas con sustrato y sembrar las semillas que queramos. En un primer momento podemos tenerlas en lugar resguardado y cuando la semilla haya germinado y la plántula tenga un buen tamaño podemos plantar directamente en tierra, con cáscara y todo.
2.- Usarlas como fertilizante de liberación lenta
Trituramos las cáscaras de huevo y las mezclamos con la tierra o el sustrato que vamos a usar. Se irán degradando poco a poco en la tierra y liberando su alto contenido en calcio.
3.- Hacer fertilizante rico en calcio
Algunas plantas, como las rosas por ejemplo, precisan ser fertilizadas con abonos ricos en calcio. Cuando las cáscaras estén bien secas las trituraremos hasta reducirlas a un fino polvo. Este polvo podemos mezclarlo con posos de café y usarlo como cualquier otro fertilizante cuando lo precisemos.
4.- Control de babosas y caracoles
Con una sencilla operación, romper las cáscaras en pequeños trozos, y esparciéndolos alrededor de las plantas que queremos proteger conseguiremos mantener a estos gasterópodos devoradores de hojas verdes lejos de ellas.
5.- Añadirlas a la pila del compost
Con las cáscaras de huevo podemos preparar un activador para nuestra pila de compost de una forma muy sencilla. Colocamos en la batidora o el procesador de alimentos de la cocina unas pocas cáscaras de huevo, un poco de agua y como taza y media de vinagre, trituramos y añadimos este «cóctel» a la pila del compost. Enriqueceremos éste con una buena dosis de calcio.