Según explica Camila Palla “las frutas y verduras son componentes fundamentales de una dieta saludable, y disminuyen el riesgo de padecer algunas enfermedades no transmisibles, como las cardiopatías y determinados tipos de cáncer, sin embargo, los estilos de vida actuales nos han llevado a una disminución de la ingesta”, y por esa razón realizaron “esfuerzos para crear productos que puedan compensar estas deficiencias y tener un rol importante en la prevención de enfermedades”, aseguró la científica en comunicación con la Agencia CyTA-Fundación Leloir.
El estudio científico, que además contó con el trabajo de los investigadores Sofía Cruces y Diego Colaneri, consistió en adaptar una impresora 3D para que pueda producir nutracéuticos o “alimentos medicinales” de administración oral que proporciona beneficios a la salud, incluyendo la prevención y el tratamiento de enfermedades.
Los compuestos que obtuvieron tiene la forma de una pequeña píldora, pero según afirmó Cotabarren: “Se requieren más investigaciones para determinar si es factible usar impresión 3D para la obtención de matrices alimenticias que permitan mejorar la entrega de compuestos activos al organismo, al igual que para la obtención de productos personalizados”.
En la siguiente foto, de izquierda a derecha, se puede ver a los autores del avance: Camila Palla, Ivana Cotabarren, Sofía Cruces y Diego Colaneri.