El Censo Agropecuario de 2018 reveló que hay 223.292 productores agropecuarios, de los cuales 101.844 residen fuera del establecimiento. Adicionalmente, hay 62.619 productores que además prestan servicios a terceros. Los 70.000 veterinarios e ingenieros agrónomos y otros profesionales que prestan servicios de vacunación, control de plagas, manejo de cultivos y cuidado de animales, asesoramiento en diversas materias entre otros, necesitan moverse también. Se suman los 31.312 prestadores de servicios agropecuarios, de los cuales 20.739 son exclusivamente contratistas, mientras que 10.573 son establecimientos agropecuarios que prestan servicios de maquinaria agrícola (en 2018, 61.850 establecimientos contrataron servicios de maquinaria agrícola, en unas 68 millones de hectáreas).
«Es imprescindible una consideración especial para la necesidad del movimiento de personal permanente y, fundamentalmente, para el personal temporario de las producciones regionales que concentra una gran necesidad de fuerza laboral durante un período muy corto de tiempo, que generalmente provienen de otras provincias», destacan desde la SRA.
De hecho, las tareas de esquila en la Patagonia ya comenzaron, entre mediados de enero y febrero. Llegan al Alto Valle de Rio Negro 18.000 personas de otras regiones para realizar la cosecha de la fruta, lo mismo ocurre con la recolección de frutas y hortalizas en Cuyo, la recolección de frutas, tabaco y legumbres en el NOA o la cosecha de yerba mate, té y forestación en el NEA.
De cara a la nueva campaña también se requiere fluida movilidad para la disponibilidad de muchos viajes de fitosanitarios y 4 millones de toneladas de fertilizantes, 3.800 millones de litros de gasoil al año y lubricantes, repuestos de maquinaria agrícola, alambrado, motores, bombas de agua, etc.
En tanto, la actividad ganadera y de granja requiere en muchos casos de la provisión de alimentos para los animales (se estima en unas 18 millones de ton de maíz anuales), provisión de vacunas, medicamentos y semen (este tema es especialmente importante para las granjas porcinos, porque requiere una frecuencia de provisión semanal).
Bajo este marco, la Sociedad Rural Argentina puso a disposición de las autoridades varias ideas orientadoras que «por encima de todo deben respetar nuestra vocación y libertad para ejercer el trabajo, moviéndonos en espacios amplios y lejos de poblaciones, y evitando costosos análisis de baja utilidad, demoras totalmente impropias, y cantidad de medidas totalmente restrictivas».
«Somos los primeros interesados en nuestra salud y la de quienes nos rodean. Por eso, todos los que estamos ejerciendo esta actividad esencial podemos ser los garantes de la salud», destacan.
El caso de San Luis ha sido problemático permanentemente desde el inicio de la cuarentena, llegando a instancias judiciales.
La Sociedad Rural de San Luis entiende que las medidas de protocolo para el desarrollo de la actividad, dada por las Autoridades Provinciales deben ser respetadas, aún cual eso conlleve a dificultades para el normal desarrollo de las tareas.
Sin perjuicio de ello y luego de más de cinco meses de cuarentena «nos vemos en la necesidad de exhortar a las Autoridades Provinciales y Comité de Crisis a modificar, flexibilizar y realizar en forma urgente un nuevo protocolo de ingreso y salida de la Provincia de San Luis de productores y/o contratistas rurales, y/o profesionales del sector que trabajen en nuestra Provincia», destacan.
«Todo ello para facilitar las tareas productivas que son vitales para la economía de la provincia y del país, ya que estamos próximos a la siembra de la próxima campaña», concluyen.
