Daños
Los pulgones provocan daños directos e indirectos a las plantas que se traducen en disminuciones del rendimiento. El primer tipo de daño se genera por la incorporación de saliva tóxica y extracción de grandes cantidades de savia, provocando clorosis, manchas y muerte de hojas. El segundo tipo de daño se observa cuando los áfidos presentes en el cultivo son transmisores de virus.
Monitoreo
No existe una metodología de monitoreo estandarizada para pulgones y se sugiere revisar como mínimo 30 plantas al azar. En estado vegetativo, deben contabilizarse los individuos hallados en ambas caras de las hojas. En estado reproductivo se recomienda observar las espigas y detectar la presencia y abundancia de áfidos.
Control biológico
Presentan numerosos enemigos naturales entre los que se encuentran los entomófagos (predadores y parasitoides) y entomopatógenos (hongos) que ejercen fuerte presión en mantener las poblaciones por debajo de los umbrales de daño.
Control químico
El criterio de decisión para el manejo de pulgones mediante control químico debe contemplar el umbral económico específico de cada especie y el estado fenológico del cultivo. Además, debe observarse cuidadosamente la presencia de enemigos naturales. En base a la presencia o ausencia de estos últimos, se podrá seleccionar entre insecticidas específicos de baja toxicidad para la fauna benéfica, u otros de amplio espectro.
Complejo de gusanos blancos
Comprende a un grupo de larvas de insectos que viven en los suelos y pertenecen a diferentes especies de la familia Scarabaeidae (Coleoptera). De las varias especies de gusanos blancos se destaca por su potencialidad de daño a los cultivos Diloboderus abderu. Es una plaga que afecta en particular al trigo y a otros cultivos invernales como el centeno, cebada, avena, triticale, arveja y lenteja. Su daño también se observa en siembras tempranas de cultivos de verano, como maíz o sorgo, en forrajeras perennes y vegetación espontánea. El principal daño se lo hace a la raíz de dichos cultivos (Fig. 5). El ciclo de vida consiste en una generación anual, pasando por los estados de huevo, larva, pre pupa, pupa y adulto La larva transcurre con tres estadios y durante la misma construye una galería que puede llegar a más de 30 cm de profundidad y 20 mm de diámetro. De esta manera, aquellos lotes estabilizados en siembra directa, pasturas perennes o lotes en descanso con vegetación espontánea, proveen condiciones favorables para su desarrollo (Fig. 6).
Chinche verde (Nezara viridula)
La chinche verde (Nezara viridula) constituye una plaga que afecta a una gran diversidad de cultivos herbáceos, frutales, ornamentales y algunos cereales, especialmente el trigo y la soja. En principio no deja daños aparentes como otras plagas (las orugas o las hormigas), por ejemplo, suele pasar desapercibida. Esta especie, se alimenta de savia e inyecta saliva tóxica lo que causa disturbios fisiológicos y un mal desarrollo de la planta. Así mismo, cuando aún se encuentra en estado ninfal, puede confundirse con insectos no dañinos como las mariquitas. No obstante, el peligro que representa es muy alto, ya que no sólo deprecia la calidad de los frutos, sino que, si no es controlada a tiempo, puede ocasionar una pérdida total de la cosecha (Fig. 7).
Complejo de orugas
En la etapa reproductiva del trigo, se presenta en forma esporádica, el complejo de orugas integrado por la “oruga militar verdadera” o Pseudaletia adultera (Fig. 8) y la “oruga desgranadora” o Faronta albilinea (Fig. 9). La “oruga militar verdadera” alcanza un tamaño máximo de 4 cm de longitud, la cabeza presenta una “Y” invertida y en los laterales se observa un dibujo similar a un panal de abejas. Su coloración predominante es el castaño. Durante las horas de mayor temperatura se dirige al suelo, ubicándose debajo del rastrojo. Consume preferentemente hojas y en ataques severos, se puede alimentar de las aristas de la espiga. La “oruga desgranadora” presenta coloración variable en función del tipo de alimento que consume, pudiendo ser de verde oliváceo a amarillo. Tal como su nombre vulgar lo indica se comporta fundamentalmente como desgranadora, pudiendo cada larva consumir entre 15 y 30 granos.
SITUACIÓN ACTUAL DE LOS CULTIVOS EN VILLA MARÍA Y ZONA
Trigo
Se sembró una menor cantidad de hectáreas de trigo que las planificadas inicialmente debido a las escasas reservas de agua de los lotes. La mayoría de los trigos se encuentra actualmente en estado de espigazón (Fig. 10). No se requirió realizar tratamientos con herbicidas porque las pocas malezas que prosperaron se encontraban muy estresadas debido a la sequía. Por el contrario, se han realizado aplicaciones de insecticidas, al comienzo del desarrollo del cultivo para pulgones y luego, para arañuela (Fig. 11) y de fungicidas para roya anaranjada, roya amarilla (Fig. 12) y mancha amarilla. Se estiman rendimientos bajos a causa del gran estrés hídrico que sufrió el cultivo a lo largo de todo su desarrollo, impidiendo que exprese su máximo potencial.
Maíz
Luego de la lluvia registrada a principios de septiembre que permitió recargar humedad en el perfil, algunos productores de la zona de Villa María han sembrado la primera fecha de maíz. El mismo está presentando una emergencia un tanto despareja y un lento crecimiento, debido a la intensa sequía. El estadio fenológico de la gran mayoría del maíz es V Emergencia (Fig. 13). Aún no ha requerido tratamientos con fitosanitarios, sin embargo, se está comenzando a observar orugas del complejo de cortadoras.
Alfalfa
Este cultivo ha requerido un gran número de tratamientos para la eliminación de pulgones (Fig. 14) y trips. Las alfalfas del primer año han tenido un retraso en el crecimiento debido a las condiciones climáticas mencionadas.
Vicia
Este cultivo se utiliza como cultivo de cobertura o servicio, cuyo objetivo, entre otros, es mantener el lote ocupado para hacerle frente a la competencia de las malezas. Por la falta de agua, la vicia no ha podido desarrollarse completamente y no ha alcanzado a cubrir el lote aun, no pudiendo cumplir así el objetivo. Se ha tratado para pulgones.
Barbechos
Los lotes que han quedado sin cultivo durante el invierno se están monitoreando para realizarle el correspondiente tratamiento de barbecho químico, para que, llegado el momento en el que el perfil se recargue de humedad después de una lluvia, el lote esté listo para ser tratados y sembrados. Se están observando malezas primavera-estivales típicas de la zona como sorgo de Alepo, commelina, gomphrena, yuyo colorado, rama negra, chloris y urochloa.
INFORMACIÓN CLIMÁTICA
En la Tabla 2 y Gráfico 1, se presentan los registros semanales de temperaturas máximas y mínimas, humedad relativa ambiente y precipitaciones ocurridas durante el período del 21/9/20 a 18/10/20. Estos datos son de relevancia para el seguimiento del desarrollo de los organismos perjudiciales de los cultivos.
Fuente: INTA por Mariana Cativelli, Jose Luis Martinez, María Noel Ferraris