Termina 2020 con una Argentina muy cambiante desde lo político y lo económico. Si, además, se le agregan problemas climáticos se ve que las actividades agropecuarias tienen suficiente riesgo. Brechas cambiaras altas y tarifas en pesos que aumentan a nivel de inflación van limando los márgenes de las diferentes actividades. Ni hablar del tambo y del feedlot.
Este ambiente externo hostil puede potenciarse próximamente con la preocupación gubernamental por la «mesa de los argentinos» que puede comenzar nuevamente a generar trabas y complicaciones en las producciones asociadas a los alimentos.Vive en un pueblo de 400 habitantes y quiere seguir el legado de su tatarabuelo
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