Por el contrario, este argumento que utiliza el Gobierno para defender su idea de intervenir los mercados –como quiso hacer prohibiendo las exportaciones de maíz–, quedó desmentido al comprobar la entidad porteña que, como máximo, los granos inciden en el 21 por ciento del precio del pollo.
En concreto, la estimación realizada por la Bolsa de Buenos Aires, para productos vinculados al maíz, es que representa el 21 por ciento del precio del pollo entero de precios cuidados, el 13 por ciento de los huevos, el 12 por ciento del pollo trozado, el 10 por ciento del pechito de cerdo, el ocho por ciento de la leche y el siete por ciento del asado.
Documento “Del campo a la góndola: incidencia de los granos en los precios de los alimentos”, elaborado por la Gerencia de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales. https://t.co/thBx2Ey755. pic.twitter.com/Oq2kB4t1Zz— Estudios Económicos BC (@EstudiosEcoBc) January 20, 2021
Precisamente, frenar el aumento de la carne vacuna fue una de las razones que esgrimió la Casa Rosada para prohibir las exportaciones de maíz, y es el producto en que menos incide este grano.
Suponiendo, por ejemplo, un kilo de asado a 700 pesos, el maíz representaría solo 49 pesos. O al revés: si le regalaran el maíz a los productores, el valor del kilo apenas bajaría 49 pesos.
En tanto, el trigo, que está en la mira luego de que subiera el precio del pan, representa sólo el 13 por ciento del precio de los panificados.
Replying to @EstudiosEcoBcEn consecuencia, se adoptaron diversas medidas de política agropecuaria, con el objetivo de desacoplar el precio doméstico del internacional. Sin embargo, muchas ya han sido llevadas a la práctica en nuestro país y no tuvieron efectos relevantes en el precio de los alimentos.
¿Por qué sucedió esto? El maíz y trigo tienen una incidencia relativamente baja en el precio final de sus bienes derivados:
Maíz
Pollo entero 21%
Huevos 13%
Pollo trozado 12%
Pechito de cerdo 10%
Leche 8%
Asado 7%
Trigo
Pan 13% pic.twitter.com/YIZtps4KXh— Estudios Económicos BC (@EstudiosEcoBc) January 20, 2021
“Por lo tanto, en los productos estudiados, más del 80 por ciento del precio al consumidor no depende del precio doméstico de los granos, sino que responde a otros costos, tales como salarios, energía, alquileres, utilidades, impuestos, fletes y otros costos de distribución, que acompañan la evolución del nivel general de precios de la economía”, resumió la Bolsa de Cereales.
Y continuó: “Esto significa que, por cada reducción del uno por ciento en el precio doméstico del maíz, se generaría una reducción potencial del 0,21 por ciento en el precio del pollo entero de precios cuidados, 0,13 por ciento de los huevos, 0,12 por ciento del pollo trozado, 0,10 por ciento del pechito de cerdo, 0,08 por ciento de la leche y 0,07 por ciento del asado. En el mismo sentido, una reducción del uno por ciento en el precio doméstico del trigo, provocaría una reducción potencial del 0,13 por ciento en el precio del pan”.
En la inflación
En paralelo, otro interesante cálculo realizado por la entidad porteña es relacionar las subas de estos granos con su impacto en la inflación que sufre el consumidor.
“Durante 2020, los precios del trigo y el maíz aumentaron 80 por ciento y 91 por ciento, respectivamente. Este aumento explicó solo 0,48 puntos porcentuales de la suba del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la Ciudad de Buenos Aires, que mostró un incremento del 30,5 por ciento interanual”, sintetizó la Bolsa.
A esa estimación se llegó partiendo de la base de que los alimentos antes mencionados tienen una ponderación del cinco por ciento sobre el IPC. Esto significa que un incremento del uno por ciento del precio de estos alimentos tendría una incidencia de sólo 0,05 puntos porcentuales en el índice de inflación.
Estudios Económicos BC@EstudiosEcoBcReplying to @EstudiosEcoBcAdemás, el impacto del precio de los granos a través de los productos derivados en el IPC es del 0,54%. Durante el año 2020 los precios domésticos del trigo y maíz aumentaron un 80% y 91% respectivamente, pero solamente representó el 1,57% de la inflación del 2020. https://pic.twitter.com/5Cbwu8Iwng
Además, el impacto del precio de los granos a través de los productos derivados en el IPC es del 0,54%.
Durante el año 2020 los precios domésticos del trigo y maíz aumentaron un 80% y 91% respectivamente, pero solamente representó el 1,57% de la inflación del 2020. pic.twitter.com/5Cbwu8Iwng— Estudios Económicos BC (@EstudiosEcoBc) January 20, 2021
Siguiendo este razonamiento, si el precio del maíz y del trigo registrara un incremento del 30 por ciento y la participación de estos en los bienes de consumo básico estudiados es de 10,8 por ciento, la incidencia sobre el IPC sería de solo 0,162 puntos porcentuales. El cálculo análogo podría realizarse al multiplicar el incremento del precio de los granos (30 por ciento) por la incidencia del maíz y trigo sobre el IPC (0,54 por ciento).
De allí que la proyección de que solo 0,5% de la inflación es producto del fuerte aumento de trigo y maíz, surge de multiplicar la variación de los precios de los granos por su porcentaje de incidencia.
“De esta manera, a través de los productos analizados, la suba de los precios de los granos representó solo el 1,57 por ciento de la inflación del 2020. El restante 98,43 por ciento se debió a factores distintos al comportamiento del trigo y el maíz”, concluyó la Bolsa de Buenos Aires.