Contemplando gastos directos, más gastos de estructura, amortizaciones y retribución empresarial, como mínimo los establecimientos deberían haber cobrado 22,84 pesos, calculó el organismo.
Es decir, que los tambos tuvieron en diciembre una rentabilidad al capital de 1,2 por ciento negativa y fue el cuarto mes consecutivo con saldo en rojo.

Y si a eso se sumara una lógica rentabilidad exigida al capital promedio operado del cinco por ciento anual, en realidad el precio de equilibrio para el sector debería acercarse a 27,12 pesos.
Otra forma de analizar el presente difícil para los tambos es al relacionar que el precio de la leche en tranquera se actualizó solo 27 por ciento en 2020, mientras que la inflación fue de 36,1 por ciento, el dólar mayorista subió 38 por ciento y el costo de producción de un litro de leche se elevó 48 por ciento.