Y añadió: «Tenemos que aprender a comprar y a suplantar. La lenteja, la quinoa y los garbanzos tienen muchísimas vitaminas y proteínas. Tenemos que cocinar más que el churrasco y el asadito, de vez en cuando nos gusta, pero no estemos sentados en comprar y comer carne».
Continuando con su explicación, dijo: «Piensen que los chinos, los coreanos y los vietnamitas vivieron la guerra comiendo arroz y ¿saben cuánto está el kilo? 60 pesos, de la mejor calidad».
Por último, realizó una reflexión: «Si hay pueblos que se alimentaron a arroz, garbanzos y lentejas ¿por qué nosotros tenemos que comer todos los días carne? De esta manera vamos a ayudar al Gobierno, porque si compramos carne los únicos que se llenan de plata son ellos, los supermercados».
Fuente: La Nación