El cierre de las exportaciones anunciado por el Gobierno no tuvo el efecto esperado por las autoridades y el precio de la hacienda registró incrementos, que por el momento no se han traslado a los mostradores.
Mientras las gremiales del campo analizan los pasos a seguir, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, recibe a los actores de la cadena de ganados y carnes, en una carrera contrarreloj para frenar la suba en el precio de los cortes.
Por un lado, el funcionario apunta a engrosar el volumen de carne del acuerdo de Precios Populares, que en la actualidad es de 8.000 toneladas mensuales, con el asado a $359 como nave insignia.
En paralelo, también abrió el diálogo con el sector de matarifes y abastecedores, que jugaron su as de espadas: la llegada a carnicerías del segundo y tercer cordón del conurbano bonaerense.
Según analizó el Mercado Rosario Ganadero (Rosgan), las principales categorías de consumo -novillito y vaquillona promediaron los $220 y llegaron a máximos de $229.
En contrapartida, la vaca tuvo quebrantos de hasta $15 con relación a la semana pasada. El menor ingreso de hacienda presionó las cotizaciones y las 15.000 cabezas que ingresaron al mercado concentrador fueron insuficientes para una demanda que, ante el paro del campo, buscó abastecerse y convalidó precios por encima de los habituales.
En una semana normal, el Mercado de Liniers recibe ingresos que se ubican sobre las 30.000 cabezas.
De persistir la medida de fuerza, y tal como adelantó BAE Negocios, la próxima semana podrían empezar a registrarse faltantes de carne en los puntos de venta.
Mientras el acuerdo de Precios Populares se encuentra virtualmente suspendido, con exportadores que ante el cierre del comercio exterior no pueden faenar, el incremento del valor de las categorías de consumo se trasladará indefectiblemente a los mostradores.
Según reconocieron desde el sector de abastecedores, los eslabones intermedios y las carnicerías absorben por el momento estos incrementos: una suba de $20 en los corrales de Liniers impacta en el valor de la media res que se baja en las carnicerías y puede -como mínimo- representar un incremento de hasta $50 por kilo en los mostradores.
Fuente: Diario BAE