En el norte del país, el clima seco continúa afectando al cultivo que transita desde floración en adelante. Las expectativas de rinde oscilan entre 4 y 20 qq/Ha, con promedios de 7 y 10 qq/Ha para el NOA y el NEA, respectivamente. Con el aumento de las temperaturas, se registran golpes de calor que no solo incrementan la demanda atmosférica y acortan el ciclo, además acentúan el estrés hídrico en los lotes más avanzados.

Sobre el centro, el cereal transita desde macollaje hasta espigazón. La acción de los vientos y las fluctuaciones térmicas han acelerado el secado del suelo. Esta situación compromete particularmente a los cuadros más avanzados del sector oeste que ya resignan estructuras por la falta de humedad.
En los Núcleos Norte y Sur y provincias de Buenos Aires y La Pampa, el 92,9 % del área mantiene condición hídrica Adecuada/Óptima. Si bien se han relevado focos de enfermedades foliares, la condición de cultivo se mantiene Buena/Excelente en el 69,6% del área.
Del área estimada en 6,6 MHa, el 66,8 % mantiene una condición hídrica Adecuada/Óptima y el 50 % presenta condición de cultivo Buena/ Excelente. El 21,3% transita desde espigazón en adelante.

Fuente: Bolsa Cereales de Buenos Aires