El campo, propiedad de la familia Bertín, está dedicado casi en su totalidad a la ganadería.
El encargado del establecimiento había pedido dos días de franco que le fueron concedidos por lo que trabajó hasta el sábado y se retiró. En su ausencia, se vació el tanque de 30.000 litros, cantidad suficiente para seis días y el molino no siguió sacando agua para cargarlo. Las razones seguramente se debieron a un desperfecto o una rotura que no había sido advertida.
Las altas temperaturas que se dieron en la zona los últimos días empeoraron la situación.
El empleado volvió a sus tareas el miércoles y se encontró con el desolador escenario. De 169 vaquillonas que había en el lote sólo sobrevivieron 14. Los animales pesaban entre 200 y 300 kilos cada uno. La pérdida económica alcanza los $10 millones. El empleado, si bien trabajaba hace años con la familia y contaba con su confianza, aseguran que ya no seguirá vinculado al establecimiento.