En un contexto de toma de decisiones para la siembra de la gruesa, Mercuri destacó que «cuando hay mucha incertidumbre en el clima y vienen perspectivas deficitarias resulta clave saber la cantidad de agua disponible en el suelo y el pronóstico a corto plazo».
«Estamos viendo un cambio en las condiciones del clima y podemos estimar una ampliación de este ciclo de condición seca», subrayó el especialista, e indicó que esta condición de déficit será «muy variable por zonas» porque, por lo general, las precipitaciones en años del fenómeno de La Niña son aisladas y muy dispares entre localidades.
Respecto de los últimos registros de picos de temperatura, el especialista reconoció que «incrementan la evapotranspiración y la pérdida de agua, especialmente, en la capa arable, en el horizonte superficial», y explicó que «vino un frente que atravesó nuestra región que dejó precipitaciones».
Finalmente aseguró que «desde 2003 se observa que las primaveras son deficitarias y se demora la salida del invierno», y de allí, «esa percepción generalizada de que estamos siempre esperando las lluvias al inicio de la primavera para poder recuperar el agua almacenada en el suelo».
Fuente: Telam