La bajante extraordinaria e histórica del río Paraná por la falta de lluvias y extensión del período de sequía podría continuar todo el verano «y por un poco más de tiempo» con consecuencias en la navegación y reducción de la población de peces, dijo hoy un especialista e investigador del Conicet.El doctor Juan José Neiff, magister en Ecología Acuática Continental, explicó que el nivel fluvial actual es inferior al alcanzado en 2019 y agregó que la última vez que se registró esta altura y por un tiempo tan prolongado fue en 1939, hace 82 años.
En el puerto de Corrientes, ayer alcanzó una altura de 0,18 y hoy 0,13 metros en el hidrómetro «y permanece en estos niveles desde julio de 2019, con muy pequeños repuntes que no se extendieron por más de una semana», dijo a Télam el investigador.
Respecto de las consecuencias, enumeró los posibles inconvenientes en la navegación y la disminución de la fauna íctica y mencionó también como riesgo latente la aparición de algas tóxicas.
«Este nivel de bajante complica especialmente la navegación y podría traer consecuencias en la comercialización» remarcó y a modo de ejemplo, señaló que si la situación se agrava, las barcazas de mayor calado, como las que transportan combustible no podrían llegar a puerto y se incrementaría el valor del producto si tiene que llegar vía terrestre.
En tanto, sobre la fauna íctica, Neiff consideró que también se ve perjudicada porque el descenso de las aguas «afecta a las planicies que le dan vida al río» y agregó que hay una disminución en la población de peces como «efecto más evidente de la reducción de su hábitat».
Sobre las causas de la falta de lluvias, el académico precisó que «hay menos radiación, el calentamiento del agua es menor y eso genera menor evaporación de los mares, lo que afecta toda la cuenca del Plata, provocando escasez de precipitaciones» y el fenómeno de La Niña, de sequías en esta zona.
El científico descartó que las descargas de agua de agua de la represa Yacyretá puedan influir en alguna mejora de la situación y explicó que «es una presa que puede retener muy poco tiempo el agua y además tampoco hay gran cantidad de agua acumulada».
«Los datos de los organismos que estudian especialmente este tipo de fenómeno, como la Universidad de Columbia, prevén que esta situación se prolongue todo el verano y tal vez por un poco más de tiempo», adelantó a Télam el investigador del Conicet y la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).
Finalmente, el doctor Neiff, remarcó sobre la bajante extraordinaria del río Paraná que «no es una catástrofe, se está dando en forma gradual y eso nos permite tomar ciertas medidas»